EL HOMBRE MEDIOCRE Gay

Páginas: 22 (5393 palabras) Publicado: 30 de marzo de 2015
EL HOMBRE MEDIOCRE
I CAPITULO

La mediocridad podra definirse como una ausencia de caracteristicas personales que permiten distinguir al individuo en su sociedad. La personalidad individual comienza en el punto preciso donde cada uno se diferencia de los demas. El hombre sin personalidad no es un modelo, sino una sombra.
Cada uno es el producto de dos factores: la herencia y la educación. Laprimera tiende a proveerle de los organos y las funciones mentales que le transmiten las generaciones precedentes; la segunda es el resultadote las multiples influencias del medio sociales que esta obligadoa vivir. Esta accion educativa es una adaptación de las tendencias hereditarias a la mentalidad colectiva: una continúa aclimatizacion del individuo en la sociedad. La imitación desempeña un papleamplisimo, exclusivo en la formación de la
personalidad social. La diversa adaptación de cada individuo a su medio depende del equilibrio entre lo que imita y lo que inventa. El predominio de la variación determina la originalidad. Variar es ser alguien, diferenciarse es tener un carácter propio. La funcion capital del hombre mediocre es la paciencia imitativa,; la del hombre superior es laimaginación creadora.
Todos los hombre de personalidad firme son hostiles a la mediocridad. La psicología de los hombres mediocres caracterizase por un riesgo comun: la incapacidad de concebir una perfeccion, de formarse un ideal.
La vulgaridad es el aguafuerte de la mediocridad. Transforma el amor de la vida en pusilanimidad, la prudencia en cobardia, el orgullo en vanidad, el respeto en servilismo.Lleva a la ostentación, la avaricia, a la falsedad, a la avidez, a la simulación.

RESUMEN 
CAPÍTULO II
LA MEDIOCRIDAD INTELECTUAL
I El hombre rutinario. - II. Los estigmas de la mediocridad intelectual. - III. La maledicencia: una alegoría de Botticelli. - IV. El sendero de la gloria.
I. EL HOMBRE RUTINARIO
La Rutina es un esqueleto fósil cuyas piezas resisten a la carcoma de los siglos. No es hijade la experiencia; es su caricatura. La una es fecunda y engendra verdades; estéril la otra y las mata.
En su órbita giran los espíritus mediocres. Evitan salir de ella y cruzar espacios nuevos; repiten que es preferible lo malo conocido a lo bueno por conocer. Ocupados en disfrutar lo existente, cobran horror a toda innovación que turbe su tranquilidad y les procure desasosiegos. Las ciencias,el heroísmo, las originalidades, los inventos, la virtud misma, parécenles instrumentos del mal, en cuanto desarticulan los resortes de sus errores: como en los salvajes, en los niños y en las clases incultas.
Acostumbrados a copiar escrupulosamente los prejuicios del medio en que viven, aceptan sin contralor las ideas destiladas en el laboratorio social: como esos enfermos de estómago inservibleque se alimentan con substancias ya digeridas en lo frascos de las farmacias. Su impotencia para asimilar ideas nuevas los constriñe a frecuentar las antiguas.
La Rutina, síntesis de todos los renunciamientos, es el hábito de renunciar a pensar. En los rutinarios todo es menor esfuerzo; la acidia aherrumbra su inteligencia. Cada hábito es un riesgo, porque la familiaridad aviene a las cosasdetestables y a las personas indignas.
Los actos que al principio provocaban pudor, acaban por parecer naturales; el ojo percibe los tonos violentos como simples matices, el oído escucha las mentiras con igual respeto que las verdades, el corazón aprende a no agitarse por torpes acciones.

II. LOS ESTIGMAS DE LA MEDIOCRIDAD INTELECTUAL
En el verdadero hombre mediocre la cabeza es un simple adorno delcuerpo. Si nos oye decir que sirve para pensar, cree que estamos locos. Diría que lo estuvo Pascal si leyera sus palabras decisivas: "Puedo concebir un hombre sin manos, sin pies; llegaría hasta concebirlo sin cabeza, si la experiencia no me enseñara que por ella se piensa. Es el pensamiento lo que caracteriza al hombre; sin él no podemos concebirlo" (Pensées; XXIII). Si de esto dedujéramos que...
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