EL IMPERIO ROMANO-FRANCO Y EL QUE LO FORJÓ

La civilización carolingia, o imperio romano-franco es el conjunto de los progresos realizados en Europa, en los siglos VIII y IX, a impulsos de los monarcas de la familia de Carlomagno y señaladamente de este célebre emperador, primer jefe de la Cristiandad.
El 25 de diciembre del año 800, aprovechando la presencia en Roma del Monarca franco, el Papa San León III, entre cantos y aclamacionesdel pueblo, proclamó a Carlomagno emperador de Occidente y “heredero de los Césares romanos”, dignidad que lo igualaba a los emperadores de Constantinopla y le aseguraba autoridad y predominio sobre todos los reyes de la Europa occidental.
Varias fueron las causas que indujeron al Papa a restablecer para dicho monarca la dignidad imperial vacante, en “Occidente”, desde 476:
a) La necesidad deorganizar las naciones occidentales bajo una fuerte autoridad, en vista de la irremediable decadencia de Constantinopla y en previsión del inminente cisma oriental.
b) La urgencia de imponer un jefe de prestigio a los diversos pueblos de la Cristiandad a fin de oponer un dique a los avances de los califas del islam y a las incursiones de nuevos invasores bárbaros.
c) El deseo de premiar los méritosexcepcionales de Carlomagno, sus conquistas civilizadoras, la protección eficaz dispensada a Italia y a la Santa Sede, y la seguridad de satisfacer con ello el anhelo universal.
d) El parecer de la gente instruida que miraba el molde del imperio como la forma insubstituible e ideal para la organización política del mundo, y la necesidad que tía el Papa de un poderoso protector.
Después de lacoronación de Carlomagno, refiere el historiador Eginbardo (770-843) en su “Historia de las Galias”, el Papa le adoró, expresión que ha de tomarse no en sentido de adoración, sino de besarle el pie o la rodilla como solía hacerlo el vasallo para rendir homenaje al soberano. Desde ya, efectivamente, el papa se consideraba como vasallo del emperador en el orden temporal, mientras Carlomagno reconocíasu soberanía espiritual.
Con el restablecimiento del Imperio, el Occidente tuvo dos jefes a su frente: el Papa en el orden espiritual y el Emperador en el orden temporal, la Religión y el Estado coincidieron, pareciendo asegurada para siempre la unidad moral y política de la Cristiandad, bloque de naciones católicas erguido contra el bloque agresivo del Islam.
Tres fueron los caracteresdominantes de la época carolingia:
a) El sello peculiar del gobierno de Carlomagno y el secreto de su fuerza y su prosperidad estribó indudablemente en la “íntima alianza y eficaz colaboración establecidas entre la Iglesia y el Estado”.
Era muy natural que el rey franco nombrado emperador en contraposición a los monarcas orientales que pretendían ejercer a un tiempo el poder religioso y civil, seesmerase al contrario en mantener en perfecto equilibrio esos dos elementos de estabilidad en las naciones cristianas: el Sacerdocio y el Imperio, el poder religioso y la autoridad temporal.
Carlomagno, efectivamente supo vivir en armonía con el papa, proteger a la Iglesia sin dominarla y valerse de su apoyo para su obra civilizadora (“Los nombramientos episcopales fueron nuevamente reservados a laautoridad eclesiástica, limitándose Carlomagno a recomendar a veces para dichos cargos a personas de dignidad y de saber, y si la Iglesia consintió en que ningún electo pudiera ser consagrado sino después de recibir la aprobación imperial, ello demuestra que los dos poderes, religioso y civil, se hallaban empeñados en proceder siempre de acuerdo”).
Pero después de ese gran monarca, la excesivacompenetración de la Iglesia y del Estado engendró una peligrosa confusión entre los dos poderes, en especial la usurpación del poder espiritual por el poder civil que motivó la larga lucha entre el Sacerdocio y el Imperio con objeto de restablecer la necesaria distinción entre la investidura espiritual y la temporal.
b) El segundo carácter del Estado carolingio consiste en la “realización completa...