El invitado
Luis no quiso prestar atención a esto, pues creyó que solamente eran sus nervios traicionándolo en el peor momento posible. Por lo tanto, se dispuso arecorrer la casa de un lado a otro lo más rápido que pudo.
Cada vez que Luis pasaba junto a uno de los varios cuadros que colgaban de las paredes de la casa, por alguna extraña razón se volvía asentir observado, como si las personas retratadas en las pinturas fuesen quienes no lo dejaran de mirar rencorosamente por haber entrado a la casa.
Sin embargo, una vez más, Luis no prestó atención aalgo que sabía era imposible. Luego de haber recorrido la casa entera, Luis creyó encontrar lo que tanto buscaba, una sólida y pesada puerta de acero oxidado.
Tras forzar la cerradura de la puerta, aligual que lo había hecho antes con la puerta de la entrada, Luis fue ágilmente al interior del cuarto ahora abierto, y de inmediato su atención se posó en un altar en el que se encontraban algunasvelas casi extintas y otra pintura más.
Al ver el cuadro, un escalofrío recorrió el cuerpo de Luis, pues quien estaba retratado en la pintura no era otro sino el viejo Pedro. No obstante en ella, elviejo tenía un semblante oscuro y perturbador, incluso podría decirse: diabólico.
Hasta ese momento Luis nunca había hecho caso a todos los que decían, que al pasar de noche por la casa del siniestroviejo; se le podía escuchar platicar con alguien desconocido. Alguien de quien sólo se podía escuchar un horrible y atroz sonido por voz; la cual, al parecer, alegraba al viejo de alma negra únicamentecon oírla.
A pesar de esto, Luis pensó que esas historias las contaban sólo para alejar a la gente del dinero del viejo. Y a Luis el dinero de Pedro era lo único que le importaba de aquél sitio.
De...
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