El Lento Olvido De Tus Sue Os1

Páginas: 19 (4551 palabras) Publicado: 9 de agosto de 2015
El lento olvido de tus sueños1
En lo real como en tu propia casa
el secreto reside en olvidar los sueños.
Enrique Lihn
… entonces no había día en que no soñara, en que el sueño no
fuera el acoso de gentes como fantasmas, de rostros asediándome,
de manos buscando agarrarse a mi cuerpo para estrangularlo en un
instante que no llegaba, milagrosamente, que no llegaba jamás. «Son
cuentos suyos»,decía mamá. Y no eran cuentos míos: eran mis sueños,
sueños que al día siguiente elaboraba y reelaboraba para poder
decir por las mañanas algo, para poder insistir («volví a soñar con el
negro»), aunque siempre hallaba la misma respuesta («son cuentos
suyos, déjese de historias, quién diablos se las estará metiendo en la
cabeza»), la respuesta desconsoladora de siempre.
Desconsoladora porque quería queme creyeran, porque alguna
vez tampoco me creyeron cuando fui a ver Sansón y Dalila y llegué
pasadas las nueve y media de la noche, «que usted ya anda por ahí
vagabundeando carajo que sí que me dijeron que lo habían visto saliendo
de una cantina», era necesario que me creyeran, pues jamás
me habían creído. Cuando venía de la escuela y decía: «mire, mamá,
que vi a un hombre tragándose una culebraasí de grande» (y estiraba
los brazos que alcanzaban a dar el tamaño de la culebra), tal
como lo había visto al pasar por la plaza, entonces mamá volvía a
repetirme: «tráguese su culebra, mocoso mentiroso», y yo tenía que
irme al cuarto en donde estaba Alberto, el mayor de mis hermanos,
1 Tomado de Son de máquina. Bogotá: Editorial Testimonio, 1967.
Cuentos escogidos (1964-2006) 97
y tenía quecontarle otra vez lo sucedido. El sí me paraba bolas, pero
sonreía y yo pensaba que se burlaba de mí, que jamás me había
tratado como gente seria. «Qué serio vas a ser —me decía— si tienes
solo doce años» y volvía a mirar la revista de mujeres desnudas que
se levantaba en las bodegas del muelle.
Jamás me quisieron creer y eso era lo que dolía, lo que después
de todo me iba dando rabia hasta quedecidí no volver a abrir la
boca para nada, tragarme mis sueños, mis visiones, todas las cosas
que me iban sucediendo, un hombre tragándose una culebra,
metiéndosela por las narices, por las orejas, acariciándole los ojos,
enroscada en sus brazos, perdiéndose en su vientre y resurgiendo
en su espalda. Siempre recordaré a ese hombre; todo el mundo lo
recordará porque él siempre estaba en el centro de laplacita con una
cantidad de gente viendo sus juegos con la culebra, oyendo sus palabras,
cuando después empezaba a vender el ungüento («llévenlo
señoras y señores que este es el milagroso ungüentico contra todas
las dolencias y contiene un secreto que si no fuera secreto señoras y
señores como el secreto de esta culebra que se enrosca en mi cuello
ya se los habría dicho pero no importa el secretolo que importa es
el milagroso ungüento que tengo sostenido aquí en mi mano contra
todo mordeduras rasguños quemaduras escaldaduras calenturas
travesuras de sus niños el gran remedio que ha curado a infinidad
de pacientes en infinidad de enfermedades y solo lo pueden llevar
por la suma módica que no hará menos ricos a los ricos ni más
pobres a los pobres pero sí más felices a pobres y ricos porqueya
ustedes han de saber que la enfermedad no mira esas cosas de los
abolengos llévenlo llévenlo ya mismo, señoras y señores…») y todo
el mundo se quedaba entonces con la boca abierta y luego iban metiendo
la mano al bolsillo, tome, deme uno, oiga, deme dos, señor
quiero tres, metiendo la mano a los bolsillos mientras la culebra
98 Óscar Collazos seguía en la misma boca del hombre como jadeando yjugaba luego
por su cuerpo.
Recuerdo que un día, al despertarme, solo quedaba la imagen
de una mano que quería agarrarse de algo, y era mi mano, cuando
frente a mí se abría un abismo en el que tenía que arrojarme pues el
negro me perseguía, el negro me había perseguido con su linterna
durante muchas cuadras y yo sentía miedo, tenía pavor, pensaba
que me agarraría en un instante, sentía que el...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • El Olvido En El Sue O
  • La Interpretaci N De Los Sue Os1
  • SUE OS
  • Los Sue Os
  • Sue Os
  • Los Sue Os
  • El sue o
  • Los Sue Os

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS