El neobarroco latinoamericano
discurso
del
(neo)barroco
latinoamericano:
ensayo de interpretación
La nueva categoría de barroco
El barroco ha tenido una extraña cuanto esplendorosa suerte. Confinado
primero a una suerte de degeneración, en el desarrollo de las formas
plásticas, del arte del Renacimiento, ha sido revitalizado después y definido
en tanto un estilo permanente, una época cultural quecomprende no sólo
las artes plásticas y aún literarias, musicales y corporales sino toda la
dimensión espiritual, imaginaria y simbólica de una sociedad. Incluso la
realidad física, la naturaleza, de América Latina ha sido calificada de barroca.
Tan importante como el barroco clásico –y el barroco de Indias de la
América colonial- ha sido la revalorización del barroco acaecida en otrasépocas históricas, en el siglo XX en especial, después de más de dos siglos.
La reivindicación del barroco no ha sido sólo un fenómeno de la
historia del arte. En gran medida, ha sido un singular –un poco extrañomedio de reafirmar una cierta conciencia artística y cultural y aun el
caráccter de determinadas épocas históricas. Hubo una primera tímida
1
revalorización de ciertas figuras barrocas–Bach, la comedia española...- por
los románticos sin que la misma haya alcanzado al barroco en su conjunto.
Su objetivo fue cuestionar el universo neoclásico y el de la Ilustración, en
particular en torno a la hegemonía indiscutida de la razón en la cultura
occidental.
Empero, el primer gran renacimiento del barroco se dio en las
primeras décadas del Siglo XX, a partir de la célebreintervención de
Heinrich Wofflin que lo eximió de la imagen peyorativa de una degeneración
del arte del Renacimiento, que la Ilustración había generado, para
convertirlo en un estilo histórico autónomo, diferente y contrapuesto al
clásico1, posterior al manierismo y anterior al rococó y al neoclásico en la
evolución
europea,
principal
forma
estética
de
la
América
colonial,entrelazada con el gótico, el mudéjar y aun el plateresco y el renacentista, y
anterior al neoclásico. Concentrado en las artes plásticas se extendió
rápidamente a las otras artes, la música –Bach, Händel, los Scarlatti, Purcell,
Couperin- y la literatura -la comedia y la poesía españolas- en especial.
Luego, el barroco devino en una constante artística, una pulsión creadora
o un transhistóricoespíritu de las formas.
Tal fue la definición de D´Ors, asumida por Alejo Carpentier2. La
caracterización de Wofflin que lo oponía al clásico - renacentista en la
evolución europea –visión pictórica frente a lineal, superficialidad a
profundidad, unidad a multiplicidad, claridad a oscuridad, complejidad a
densidad- devino en una caracterización universal permanente. La oposición
irreductibleentre las formas clásicas, propias de las épocas de estabilidad, y
las barrocas, distintivas de los períodos de expansión, renovación, crisis o
cambio, sea la coronación de una época o la transición de una era a otra3,
habría caracterizado toda la historia universal. Clasicismo y barroco4 se
1
“El barroco no es ni el esplendor ni la decadencia del clasicismo, sino un arte totalmentediferente”. Wofflinn, Heinrich Conceptos fundamentales para la historia del arte (1915).
2
Carpentier, Alejo, " Lo barroco y lo real maravilloso", en La novela latinoamericana en
víspera de un nuevo siglo, siglo XXI editores, México, 1981, p. 113-114. Extraña la
referencia de Carpentier a Eugenio D´Ors, intelectual del franquismo.
3
Ibid., p. 123.
4
Siguiendo a Ernst Rober Curtius, OctavioPaz propone sustituir el barroco por el
manierismo como constante histórico, y colocar al barroco como de una de las formas
2
convirtieron
así
en
constantes
históricas
eternamente
presentes
y
enfrentadas.
En América Latina tuvo una primera resurrección hacia la primera mitad
del Siglo XX, en el marco del campo abierto por Wofflin y la generación
española del...
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