El Peregrino
Cristiano encuentra en Fiel un compañero excelente; pero el temor recomendable
de juntarse con él le enseña y nos enseña a ser muy cautos en elegir los compañeros
de religión. Juntos, por fin, tienen conversaciones muy provechosas.
Después de todo esto, nuestro peregrino llegó a una altura que de intento había sido allí
levantada para que los peregrinos pudiesen desde elladescubrir más camino.
Habiéndola subido, vio muy delante a Fiel, y dándole voces, le dijo: - ¡Eh, eh! Espera y
andaremos juntos el camino.
Fiel miró hacia atrás, oyó un nuevo llamamiento de Cristiano, y contestó: -No, no; está
en peligro mi vida, pues viene detrás de mí el vengador de sangre-. Esto molestó algo a
Cristiano; pero haciendo un gran esfuerzo, pronto alcanzó a Fiel y aun le pasó, y asíel
último llegó a ser el primero. Entonces se sonrió, vanagloriándose por haberse
adelantado a su hermano; pero no mirando bien dónde pisaba, de repente tropezó y
cayó, y no pudo levantarse hasta que Fiel llegó a socorrerle. Entonces vi en mi sueño
que siguieron juntos en la mayor armonía, discurriendo dulcemente sobre todo lo que
les había pasado en su viaje. Cristiano abrió la conversación,diciendo:
CRISTIANO - Muy honrado y querido hermano Fiel: me alegro de haberte alcanzado, y
de que Dios haya templado de tal suerte nuestros espíritus que podamos andar como
compañeros en este tan agradable camino.
FIEL - Mi pensamiento había sido venir contigo desde nuestra ciudad; pero tú te
adelantaste y me he visto precisado a venir solo.
CRISTIANO - ¿Cuánto tiempo permaneciste aún enla ciudad antes de ponerte en
camino detrás de mí?
FIEL - Hasta que ya no pude sufrir más; porque se habló mucho, así que saliste, de que
en breve iba a ser reducida a cenizas por fuego del cielo.
CRISTIANO - ¿Cómo? ¿Hablaban nuestros vecinos de esta manera?
FIEL - Sí por cierto; por algún tiempo no se hablaba de otra cosa.
CRISTIANO - ¿Y a pesar de eso sólo tú quisiste ponerte a salvo?
FIEL- Aunque, como he dicho, se hablaba mucho de ello, me parece que no lo creían
firmemente, porque en el calor de la discusión oí que algunos hacían burla de ti y tu
viaje, calificándolo de desesperado. Pero yo creí, y todavía creo, que al fin nuestra
ciudad será abrasada con fuego y azufre de lo alto: por lo mismo me he escapado.
CRISTIANO - ¿No oíste hablar del vecino Flexible?
FIEL - Sí; oíque te había seguido hasta llegar al pantano del Desaliento, en donde se
dijo que había caído, pues él no quería se supiese lo que le había sucedido: pero una
cosa vimos todos: que llegó a su casa bien encenagado.
CRISTIANO - ¿Y qué le dijeron los vecinos?
FIEL - Desde su vuelta ha sido objeto de irrisión y desprecio entre toda clase de gente, y
casi nadie quiere emplearle. Está ahora muchopeor que si nunca hubiera salido de la
ciudad.
CRISTIANO - Pero, ¿cómo se explica que en tan mala opinión le tengan, cuando ellos
desprecian el camino que él abandonó?
FIEL - Le llaman renegado, pues no ha sido fiel a su profesión. Yo creo que Dios ha
excitado hasta sus enemigos para que se le mofen y sea hecho el oprobio de todos
porque ha abandonado su camino.
CRISTIANO - ¿Hablaste con élantes de emprender tu viaje?
FIEL - Un día le encontré en la calle; pero volvió la vista al otro lado, como
avergonzándose de lo que había hecho; así es que nada hablamos.
CRISTIANO - A la verdad, cuando empecé mi viaje, tenía alguna esperanza sobre él;
pero ahora me temo que perecerá en la ruina de la ciudad, porque le ha sucedido lo de
aquel verdadero proverbio: "El perro volvió a suvómito y la puerca lavada a revolcarse
en el cieno".
FIEL - Esos mismos temores tengo; pero, ¿quién puede impedir lo que ha de venir?
CRISTIANO - Es verdad. No hablemos más de él; ocupémonos de cosas que tocan más
inmediatamente a nosotros mismos. Dime ahora: ¿qué es lo que has pasado en el
camino que has andado? Porque seguro estoy que has encontrado algunas cosas que
merecen escribirse.
FIEL...
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