El Popular Santiago De Chile Mora
Mats de
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De lew
ees snges vains
rcgne
fameux
confondons 1'imposture;
retraqons la peinture.
GlLBERT.
Núm.
V&UE
Santiago de Chile mayo 22 de 1830.
9.
tan
revoluciones terminen, que los chilenos se entreguen á sus ocupaciones tranquilas bajo la sombra de un gobierno protector
y benéfico, que la nación marche de nuevo
por la senda de la prosperidad y de la gloria; son los votosdel verdadero popular. Que
las disensiones se perpetúen, que la confianza pública desaparezca, que entre las ajitaciones asomen las ideas de desorganizar el
país; son los votos de los serviles, de los que
solo piensan en sí mismos , y de los que
las
,
esperan que su engrandecimiento nazca del
fermento mismo de las pasiones y del término de una guerra fratricida y espantosa.
Estas son las reglaspara conocer y discernir al amigo, del enemigo de la nación. ¡Chilenos
!
el
y renueva
que difunde alarmas,
el
que
atiza
disensiones y ¡os odios, el que
destruye la tranquilidad de vuestros ánimos
el que os hace desconfiar del gobierno que
habéis jurado, ese no es vuestro amigo. Para
serlo es necesario que lo veáis penetrado de
las ideas del orden y de la paz, y dispuesto
á contribuir segúnsu posibilidad al sosten de
las
las
instituciones
y
á la
ruina del ¡desorden.
este envidia-
¡Qué! ¿Se quiere convertir
•
ble pais en un teatro de continua guerra, volver en desiertos sus poblaciones y campos,
y
dejar reducidos á sus hijos á una tribu de salvajes ?....Pues ese término tienen justamente esos
conatos revolucionarios, esa ajifcacion, ese espíritu de desorden que caracteriza áciertas jentes.
Es preciso que ellas adviertan que estan conocidas, que sus palabras se oyen con
desprecio; y que sus esfuerzos se estrellan contra un gobierno que es el natural depositario
de todas las fuerzas y recursos necesarios para
mantener la tranquilidad. Chocan ademas
con el buen sentido de la nación, que conociendo sus intereses, no es capaz de favorecer
sus miras; y en fin con lavijilancia de multitud de populares que unidos al gobierno sabrán contener sus locuras y castigar su osadía.
¿Qué puede temer un gobierno que cuenta con tan firmes apoyos en la opinión de la
gran mayoría de la nación, y particularmente
de aquellos que presencian mas de cerca sus
infatigables desvelos por el bien público
,
y
las intenciones bienhechoras,,: de que aun en
«sta época de calamidad hacomenzado á dar
Un
relevantes pruebas?
Mas
real
entre tantos
mo-
de esperanza y satisfacción, no podemos
menos de particularizar el espíritu de lealtad
y disciplina que reina en nuestros cuerpos
cívicos, en esa parte de la milicia nacional á
quien hemos encargado la custodia de nuestras aras y hogares,
y que tan digna se ha mostrado de esta confianza honrosa. El suceso ha
justificado plenamente lasabiduría del gobierno
que hizo concurrir aquella honrada y meritoria
ciase ala seguridad del Estado. Todavía recordamos los recelos pusilánimes, los temores injuriosos con que fué recibida esta providencia por los que ven ó afectan ver peligros
en todo, y particularmente en aquellas medidas que tienen por objeto dar un vigor saludable á las instituciones sociales y hacer
efectiva la garantía delas leyes. Nuestros cívicos han dado un noble ejemplo de fidelidad
á las autoridades ¡ejííimas, de respeto á las personas, de puntualidad y celo en el cumplimiento de sus deberes. Ciudadanos á un tiempo
y
soldados, se han hecho eminentemente acreedores á la gratitud de la Patria. ¡Pueda su digno
ejemplo desterrar para siempre de nuestros
bravos guerreros todo sentimiento que no sea
dictado por elhonor, y restituir á nuestras
armas el lustre que los deplorables esíravios
de un pequeño numero de facciosos hablan
tivos
llegado á empañar
!
LICEO DE CHILE.
Pasemos ahora
al
examen
-Conhinuacíon.
particular de algunas
obras del Director del Liceo. Nos será
fácil probar que el mismo que echa en
cara á
autores modernos la decadencia de la literatura
otras
mu
i
ios
es-
panola, es uno...
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