El Simbolo

PAUL RICOEUR Y EL SÍMBOLO 3.1. Datos generales Ricoeur1 nace en 1913 en Valence (Drôme). Ha sido profesor en varios liceos y en las universidades de la Sorbona (1956-1966), Nanterre (196670, donde fue rector durante el mayo de 1968) y Chicago (a partir de 1970). Sin poder situarlo estrictamente dentro del movimiento fenomenológico, hay que entender parte considerable de su obra en relación almétodo y temas de la fenomenología, tanto de Husserl como de Scheler y Pfänder. Puede asimismo comprenderse con relación a muchas ideas de Heidegger, Jaspers, Sartre y Merleau-Ponty. También ha sido importante su contacto con el pensamiento de Gabriel Marcel y del grupo personalista de Esprit dirigido por Emmanuel Mounier. Es típico de su pensamiento una actitud “afirmativa”, frente al “negativismo”de ciertos filósofos existencialistas. Esto es, afirmación y reconciliación del hombre entero con su mundo, a fin de superar el estadio en el cual la unidad ha sido rota. La reconstitución de dicha unidad se efectúa con base en el reconocimiento de la trascendencia, del “misterio”. El empleo del método fenomenológico es a tal fin indispensable: sólo mediante el mismo puede llegarse a la comprensiónde los fenómenos estudiados. Estos fenómenos son fenómenos humanos (en cuanto lo humano está ligado al mundo y suspendido en lo trascendente). De entre estos fenómenos, Ricoeur se ha ocupado especialmente de la voluntad (donde trata también de lo involuntario y de la libertad) y del problema del mal. En cuanto al problema del mal, que nos atañe más directamente, Ricoeur retoma la cuestión de lavoluntad pero en relación con “la falta”, la cual ha alterado las condiciones o estructuras de lo voluntario y lo involuntario; esto es, Ricoeur hace un análisis del ser humano como “ser falible” (lo cual implica no sólo la orientación hacia el mal, sino la caída en el error). El estudio de las estructuras de falibilidad lo lleva a un examen más a fondo de la realidad humana con sus diversospoderes teóricos y prácticos2. La base de dicho estudio es una descripción de las diversas dimensiones de “la falta” (mancha, pecado, culpabilidad), que conduce, entre otras cosas, a distinguir entre culpa y pecado, así como a tratar de arraigar esas dimensiones en el hecho fundamental del libre albedrío. Ahora bien, la explicación de este hecho del mal, de “la falta”, es

1 FERRATER MORA, José,Diccionario de Filosofía Barcelona: Ariel, 2001, vol. IV, pp. 3100-3103. 2 Cf. BOTTANI, Livio, “Simbolo e linguaggio in Paul Ricoeur”, Art. cit., pp. 47-49.

usualmente mítica. Según Ricoeur, no hay explicación racional del mal, sino mítica: “La razón de por qué es imposible un saber absoluto es —entre otras— el problema del mal. […] Esto es, los grandes símbolos sobre la naturaleza y origen del malno son unos símbolos más entre otros, sino símbolos privilegiados. […] Dichos símbolos nos muestran algo decisivo respecto al paso de una fenomenología del espíritu a una de lo sagrado: estos símbolos resisten a toda reducción a un conocimiento racional. […] Todos los símbolos nos hacen pensar, pero éstos nos hacen ver de manera ejemplar que en los mitos y en los símbolos hay siempre más que entoda nuestra filosofía, y que una interpretación filosófica de los símbolos jamás se convertirá en conocimiento absoluto3. […] El problema del mal nos obliga a regresar de una disolución del problema del mal en la dialéctica (Kant, Hegel) al reconocimiento de la condición del mal como algo inescrutable, irrecuperable especulativamente en un saber total y absoluto. […] Así, la simbólica del malatestigua el carácter irrebasable de toda simbólica: a la vez que expresa el fracaso de nuestra existencia y de nuestro poder de existir, declara el fracaso de los sistemas mentales que desean engullir los símbolos en un saber absoluto”4. El mal “siempre se confiesa por expresiones indirectas, tomadas de lo cotidiano de la experiencia, que tienen el carácter de designar analógicamente otra...