El sueño de mi amor

Sueño de mi amor
Te encontré en lo incierto, y me hiciste caminar sobre el mar, solo me concentré en tu rostro, tu mano me guió. Cuando sentí temor, tú, fuiste la más fiel y sé que no cambiaras.
Me guiaste sin fronteras, tus ojos me llevaron más allá de lo soñado, y en el centro de tu cuerpo pude estar seguro, jamás pensé que alguien como tú me hiciera llegar a las estrellas, tu voz se havuelto para mí el sonido más claro y perfecto, no te calles, pues es tu palabra la que me alienta, la que me alimenta y me consuela, no sé cómo, pero secaste mis lágrimas, y me has convertido en un hombre nuevo.
Te encontré en medio de las aguas y de allí me rescataste, ahora tu imagen me tortura, aquella imagen perfecta y pura que decidí retener por siempre, ¿Sabes por qué tu rostro me persigue?¿Tienes idea de por qué tu presencia me asustaba, pero a la vez me tranquilizaba? ¿Acaso comprendes tú los secretos que tenía para darte? No, nadie lo entendía, mi soledad era absoluta y tú, sólo me mirabas de cuando en cuando.
Inmortalicé aquella tarde fría, recuerdo cada detalle, y hoy siendo la ocasión que es, permíteme recordártelo, pues aunque sé que de tu memoria jamás será removida, esperosinceramente que hoy tomes mi mano de nuevo, y me transportes en el tiempo a la época en la que la niebla no me dejaba ver tu rostro, pero aun a ciegas me enamore de ti, no podía verte, aun así mi mente imaginaba tu faz.
Los océanos me llamaban a voz de grandes olas, y sentado en la roca más alta del lugar, contemple la inmensidad del firmamento, no había nadie conmigo, así que empecé a gritarle alsol, y a maldecir las nubes, llore sin temor a ser hallado, mis lágrimas caían sobre la arena fría convirtiéndola en barro que se hundía. La tarde era demasiado fría y nublaba, insinuaba tormenta pero las únicas gotas que caían eran las de mi ahogo.
-¿Qué pasa?- me dijo una voz tenue.
-¿Quién eres? – conteste yo sorprendido, pues a nadie podía ver.
-¿Quién quieres que sea?
-No me respondas conpreguntas ¿No notas mi soledad?
-La veo, por eso quiero ayudarte, dime ¿Qué pasa?
-¿Por qué no puedo verte?
-La niebla me oculta, y tampoco quiero que me veas, tendrás que imaginarme.
-Deseo imaginarte, pero no puedo.
-Si puedes, pero no quieres, porque tienes miedo a temerme.

Te imaginé hermosa, pues esa voz tan delicada, solo podía pertenecer a una mujer encantadora, Tus cabellos rojos,pero que con cada emoción cambiaban de tonalidad, ondulados y tan perfectos que daban ganas de contarlos; tus ojos que daban paz, tu sonrisa tímida que me daba confianza, tus manos suaves pero fuertes que me daban auxilio, tu piel que tenía un color tan blanco, que se podía comparar con la arena impecable que tenía esa playa, tus mejillas ruborizadas eran tan perfectas que hacían sonrojar tambiénlas mías.
-Eres hermosa.
-¿Por qué lo dices?
-Ya te he imaginado, déjame verte para confirmar mis pensamientos.
-La niebla no me lo permite.
Maldije fuertemente a la naturaleza y tú me aplacabas, quería verte fijamente a los ojos y confirmar la existencia de ese ser perfecto, eras la luz de la mañana que necesitaba mi vida, desesperé de una manera vigorosa y empecé a buscarte entre la bruma,y grité violentamente, no descansé hasta encontrarte, siguiendo el sonido de tu voz, cuando te encontré, me sorprendí al verte tan hermosa, igual a la imagen que tenía en mi mente, estabas más que hermosa.
Aunque en ti no había imperfección, al menos ninguna que yo hallara, la crema y nata de tu cuerpo eran tus ojos, que florecían como rosas en medio de tu rostro, de color miel que me inundabande júbilo interior, me enamore de ti perdidamente.
-Tengo que dejarte- dijo mirándome a los ojos,
-Si te vas te juro que me ahogo.
-Convénceme de quedarme ¿Tienes algo para darme?
-Soy un hombre de emociones tangibles.
-¿Y eso a mí qué?
-Quieres que te convenza, así que cállate y déjame hablarte.
La verdad había llegado hasta ese punto sin saber lo que diría a continuación, pero te dije...