El Texto Literário

EL TEXTO LITERARIO

Carlos Garayar
Jéssica Rodríguez

Hasta el siglo XIX, texto literario era generalmente considerado el que estaba bien escrito y empleaba las llamadas figuras literarias; es decir, aquel que pertenecía a lo que se conocía como “las bellas letras”. Un sermón, por ejemplo, era literario en la medida en que estaba bien compuesto y redactado, sin que importara sufinalidad práctica; lo mismo ocurría con un ensayo o con una crónica y aun un libro de historia. Los sermones del Lunarejo o los ensayos de José Enrique Rodó, por poner algunos casos, caían dentro de la categoría de textos literarios.

Modernamente, sin embargo, este criterio ha devenido obsoleto. En la actualidad, literatura es sinónimo de ficción. Pero este concepto, el de ficción, no es fácilde aprehender. Ficción no significa simplemente “inventado, no real”. Hay textos considerados de ficción que son tan verosímiles que un lector, en determinada circunstancia, puede tomar como de no ficción. En verdad, en muchos casos, la diferencia la establece el lector –u oyente, en el caso del texto oral– con su actitud frente a ellos. Si el lector considera que el texto no es literario, lojuzgará por su relación con la realidad; si entiende que el texto es literario, ni siquiera tendrá necesidad de preguntarse si es verdadero.

Es verdad también, no obstante, que esa duda o vacilación sobre la naturaleza de un texto no siempre se da. La mayoría de los textos literarios presenta “marcadores” que nos indican con claridad que se trata de obras de ficción. Un poema, por ejemplo, estádispuesto en versos, y ello hace que el lector lo considere literario. También en la portada de una novela puede, junto al título, figurar la indicación de “novela”. Igualmente, la abundancia de las llamadas figuras literarias puede ser un indicio, del mismo modo que el contenido o ciertas fórmulas usadas normalmente para empezar un texto de ficción. Todo el que lea un texto que comienza con “Habíauna vez…” sabe que se trata de un cuento infantil, y si descubre en un texto un hecho inverosímil también considerará que es uno de ficción, es decir, literario. Casi siempre, la determinación del carácter literario de un texto se lleva a cabo antes de la lectura.

En cualquier caso, el reconocimiento de un texto como literario determinará la actitud del lector. Como dijimos, si este consideraque el texto no es literario, lo juzgará por su relación con la realidad; si entiende que el texto es literario, ni siquiera tendrá necesidad de preguntarse si es verdadero. En efecto, el discurso literario no puede ser sometido al criterio de verdad que usualmente empleamos. No tiene sentido plantearse si lo que cuenta una novela ocurrió en realidad; es más, sólo secundariamente nos interesaríasaberlo. Los textos no literarios, como los científicos o los periodísticos, en cambio, cifran su valor en su relación de fidelidad con la realidad, y son juzgados según ello.

La lectura literaria de una obra literaria supone, pues, una especie de contrato que suscribe el lector comprometiéndose a “creer” o “sentir” lo que el texto dice. Naturalmente, el lector es libre de suspender encualquier momento ese contrato, pero en tal caso estará dejando de leer literariamente el texto. Ello no niega que se puedan establecer diversas relaciones entre la realidad extratextual y la representada en el texto, pero, por lo general, ellas se plantean al final de la lectura o en aquellos paréntesis que se suele hacer durante la lectura y en los que uno “se evade” del mundo de la obra y regresa alde la vida cotidiana.

Esto puede explicarse mejor apelando a un sencillo esquema de la comunicación. Puesto que la literatura comunica, uno tiende a pensar que esa transmisión de información se hace de la misma manera que en cualquier otra comunicación, pero en verdad ello no es así.

Imaginemos que un suceso –al que denominaremos “Realidad” – llama la atención de una persona –a la que...