EL TOQUE DE MARIO
En recuerdo de don Mario
El toque humano
Por Richard L. Clifford
Cuando muere un hombre bueno y querido, algo dentro de nosotros muere con él —Dicho popularEl pasado martes 7 de octubre a las cuatro de la mañana “algo dentro de nosotros” en San Sebastián dejó de existir con la muerte de Mario Cano Vera, nuestro apreciado organista por más de 50 años.Hombre dotado de cierta magia con los teclados y de sonora voz, fue una bendición escuchar su música. A través de medio siglo, la gente de San Sebastián gozó del talento musical de ese afable maestro,de su buena sonrisa y gentil disponibilidad, en cualquier momento, de ofrecerse a cantidad de funciones, ceremonias litúrgicas, fiestas especiales, celebraciones religiosas y populares, en laparroquia y en las comunidades rurales.
Desde los 12 años Mario comenzó a tocar con su papá, don Domingo Cano Be. “¡Cuánto me costó levantarme para esas misas de 4:30 de la madrugada!”, me recordó un díaMario. Unos años después (en 1956) su papá, don Chumín, entregó la batuta a su hijo, quien la manejó de forma espléndida hasta una semana antes de su fallecimiento.
La muerte de Mario cierra unhistórico e inolvidable periodo de 75 años consecutivos de admirable trayectoria musical: la de él y la de su papá.
Hace un año, el alegre andar y tocar de don Mario fue desafiado por una molestia en elojo izquierdo que reveló tejidos cancerosos que demandaron la extirpación del mismo. Admirablemente, ni tan penosa aflicción disminuyó el espíritu del querido organista, quien guardaba esperanzas deque todo ya estuviera solucionado. De modo que, el maestro regresó al órgano y seguía con su toque musical y afable carácter.
Desafortunadamente, en una exhaustiva revisión los médicos detectaronmás tejidos cancerosos en su cuerpo, de modo que paulatinamente el querido maestro comenzó a perder su lucha contra este mal. El pasado lunes 6 le puse los Santos Óleos y regresé en la noche para...
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