Elreyleon
Desde la promoción de El Rey León se ha asegurado que es la primera película de
Disney en la que no aparece ningún ser humano, lo cual no es del todo cierto, pues si
bien no hay hombres ni mujeres, tampoco la historia está protagonizada por
animales.
Los animales de esta historia, como ha sido tradición en Disney, son animados, lo
que implica que tienen ánima(alma) y por lo tanto ideas, sueños y autonomía. Estos
personajes no obedecen al instinto, si no a los sentimientos y esto los lleva a adquirir
matices marcadamente humanos, siendo capaces de tomar decisiones
trascendentales para el curso de sus vidas y adquiriendo (sin perder del todo su
condición animal) el don de la palabra y con él la libertad de expresar y callar aquello
que sienten.
Elinstinto animal pasa a un segundo plano y encontramos personajes que se
diferencian de manera individual de los de su especie por su personalidad específica
y su capacidad para configurar su propio mundo social y afectivo. Sin embargo, al
asumirlos como animales, los espectadores no son muy conscientes de este doble
juego que implica un manejo de las emociones humanas.
El Imperio Disney Cualquiera que haya sido niño durante los últimos setenta años ha visto alguna película
o conoce algún personaje de Disney. Generación
tras generación, esta fábrica de sueños ha conseguido triunfos de leyenda.
La mayor empresa multimedia del mundo encara el siglo en una inmejorable forma.
Siete de las diez películas de vídeo más vendidas de todos los tiempos son de esta compañía.Desde el punto de vista evolutivo, con esta
historia se puede realizar un paralelismo sobre
la relación del niño con sus progenitores en el
período que –desde el psicoanálisis– se deno
mina «edípico». Además, incorpora perfecta
mente el cierre del ciclo ya que, tras las corres
pondientes tensiones, termina en la edad adul
ta, con los conflictos resueltos, en una victorio sa madurez. Es un modelo que alienta al niño en
la búsqueda, en su crecimiento
hacia estadios evolutivos su
periores. A pesar de las adver
sidades, a pesar de las pruebas
difíciles que va a tener que su
perar, el héroe vencerá tras el
largo camino.
En concreto, empieza el
relato con el nacimiento del
protagonista para pasar casi de
inmediato a la relación del pe
queño con la figura paterna. La
madre queda en segundo pla no. El protagonista ha supera
do el período de apego y total
dependencia de la madre que
se da en los primeros momen
tos del desarrollo.
Así encontramos que la
figura del padre cobra gran
fuerza para el hijo –aproxima
damente de 3 a 5 años–. El
cuento de El Rey León va dirigido, sobre todo,
al niño varón. Hay una idealización del padre y un deseo de ser como él. La parte negativa del
padre, todo aquello que no gusta y se teme, para
evitar ansiedades, se proyecta en el «malísimo»
tío Scar.La adolescencia aparece
con toda su fuerza en el mo
mento en que se siente la lla
mada del «¡Hay que seguir!».
Y emerge de nuevo más fuerte
que nunca, la rebeldía, surgen
viejos odios olvidados y la
lucha con el «padre malo»
toma matices verdaderamen
te dramáticos. Pero los conflictos se re
suelven. Plenamente identifi
cado con la figura del padre
bueno, el héroe se convierte en adulto por
derecho propio. Es la hora de crear, de procrear
con su compañera. Tendrán hijos y revivirán la
misma problemática. Es «el ciclo sin fin» en un
modelo de interpretación cíclica de la historia
de la que Toynbee se encargó de dar cuenta y que retoman continuamente las posiciones po
líticas más conservadoras.Desde el punto de vista cultural, esta pelícu
la es un producto genuino de la cultura central
estadounidense, es decir, del grupo dominante
de esta cultura, que está formado por el modelo
WHASP. Aunque, estos productos comercia
les de entretenimiento tienen unos valores que
proceden casi exclusivamente de esta cultura ...
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