EN CALABOZO TAMBIEN

En Calabozo también, ver para creer.
Rafael Castillo J.
La brisa llanera bate silenciosamente las ramas de aquel prodigioso árbol testigo mudo de las numerosas confidencias de quienes en elcrepúsculo de sus vidas, jubilados y desempleados día a día se dan cita en la placita Muñoz; cuyo nombre algunos se lo cambian en honor a la presunta caída de la virilidad de sus asiduos visitantes. Situadaal final de la AV. 23 de Enero, al empiece de la calle 5 de Calabozo, es el sitio escogido para el inicio para ¨la marcha del progreso¨.
Cerca de las 9 de la mañana Mauricio Sánchez, un anónimo ycircunspecto ¨revolucionario¨ hace su arribo al punto de encuentro, lleva ropa dominguera incluyendo su apreciado sombrero ¨pelo e guama¨ calado hasta las orejas. Una incertidumbre revoleteaba en suspensamientos, ¿Cómo en Calabozo siendo el municipio más ¨chavista¨ del Guárico, otrora asiento de Boves, se podía realizar tan cacareada caminata? Debía ver para creer; sus cotidianas lecturas del Veaimpregnados por los números de Jesse Chacón y las confidencias de JVR le habían inoculado la idea de la invencibilidad de su comandante presidente.
En los alrededores de la placita una mareamulticolor sazonada por las siglas de numerosos partidos se proyecta alegremente hacia el interior de la avenida, millares de ciudadanos emergen de diferentes flancos. Los autobuses de universidades y otrosentes públicos a los que Sánchez estaba acostumbrado a mirar en los actos rojos de su ¨revolución ¨ son los grandes ausentes. ¨De donde saldrá tanta gente¨, se pregunta intrigado.
Una sinfonía de pitosy cornetas es esgrimida por un grupo de jóvenes cuyos rostros irradian una inexplicable alegría, mientras que desde diversos lugares un coro de voces le anestesia los sentidos al curioso e incrédulo¨revolucionario¨. ¨Se mira, se siente Capriles presidente¨, ¨a mi no me pagaron, yo vine porque quise¨, corean sin parar. La euforia, las emociones, las esperanzas, la ilusión son las dueñas del...