Ensayo Ficci n en los Archivos DAVIS NATALIE

Ficción en los Archivos
Anamaría Muñoz Mardónez
Para el lector de relatos históricos es siempre refrescante leer testimonios de primera mano. Demasiadas veces sucede que el historiador, entusiasmado por una fuente muy rica en información, se embarca en una interpretación que puede resultar notable, pero que no transmite directamente el contenido de su fuente primaria.
No es este el caso deNatalie Davis. La autora estudia el siglo XVI francés a través de las cartas de remisión dirigidas al rey por sus súbditos que buscaban perdón a la pena de muerte impuesta a causa de los más variados crímenes. Con gran arte, logra aquí no sólo rescatar las voces de los pequeños protagonistas del siglo XVI, sino que permite al lector echar un vistazo a las fuentes y conocer así también ladocumentación.
Es característico de estas cartas de remisión el hecho de que han sido escritas por empleados reales, que transcriben con más o menos fidelidad el caso del suplicante. La obra postula que el papel de estos funcionarios es clave no sólo porque son quienes tienen en sus manos el hacer parecer digno de perdón cada caso, sino que también muchas veces eran ellos quienes aconsejaban este recurso a loscondenados, gentes en su mayoría ignorantes de esta posibilidad.
En un primer capítulo, la autora examina desde un punto de vista metodológico este dilema, sobre todo porque quiere rescatar la voz del suplicante. Esto podría llegar a ser imposible dados los intermediarios que reciben el testimonio del acusado y lo ponen por escrito (tanto el secretario como el abogado podían hacer modificaciones allenguaje y al contenido de la carta). Sin embargo, gracias a que entre los procedimientos legales a seguir para conseguir el perdón real se encuentra la necesidad de que el testimonio escrito se condiga con el testimonio oral, muchas veces las cartas transcriben expresiones que por el lenguaje ocupado son claramente propias del acusado, todo lo cual hace posible analizar las cartas y oír lo dichopor el suplicante.
Para alcanzar el perdón real, era crucial que el relato fuese convincente. La autora plantea que la más común de las defensas posibles, por su efectividad, era la de la ira súbita. En estos relatos, el acusado era presentado como un personaje común, con ocupaciones diarias comunes e inocentes. En el caso de las mujeres suplicantes, el relato se situaba en el día a día, en elcaso de los hombres, solía estar inserto en un día de fiesta. En esta línea, su crimen había sido provocado por algún insulto o afirmación injusta, a lo que él había reaccionado con sorpresa o ira súbita. Su respuesta violenta era producto de un arrebato sin premeditación. Esto permitía que su testimonio fuese ratificado por algún testigo. Ahora bien, la importancia de la calidad del relatodisminuye cuando se observa que algunas cartas mediocres alcanzan igualmente el perdón para el suplicante. Según observa la autora, estos casos, menos frecuentes, se deben a algunas relaciones de poder y a la postura real sobre el perdón.
En el siglo XVI tanto los clérigos como el Tercer Estado demuestran preocupación por lo que califican de perdón otorgado con demasiada facilidad1. La autora argumentaque las cartas de remisión son una manifestación del poder fuerte del rey. La facultad de indultar a los condenados, antes propia de la nobleza, es ahora testimonio e instrumento del soberano para someter a los desobedientes. Por su parte, los sobrevivientes a la ejecución son vistos como perdonados por Dios, cuyo favor prevalecía sobre el dictamen del rey.
Es muy interesante el análisis de laautora sobre los efectos del protestantismo en los prisioneros. El calvinismo promovía no el arrepentimiento y perdón divino, sino que afirmaba que el verdadero temor de Dios se reflejaba en el sometimiento a Su Voluntad de castigo, y por tanto, la verdadera devoción implica necesariamente la resignación frente a la pena de muerte.
Natalie Davis establece una relación entre las cartas de perdón y...