Ensayo (Historias Sin Contar)

HISTORIAS SIN CONTAR

Después de laborar en las diferentes empresas del sector metalmecánico de mi ciudad natal Medellín, donde me desempeñaba como tornero fabricante de repuestos, como técnico mecánico industrial, constructor mecánico, ayudante mecánico textil, técnico de un parque de diversiones entre otros oficios, al final terminé en la Institución Educativa de Trabajo San Josédesarrollando una actividad en la que nunca imaginé desempeñarme, ya que mi formación académica es netamente técnica y está dirigida a otros campos dedicados a la tecnología de la fabricación, al proceso de mecanizados de materiales, de máquinas y herramientas, equipos mèdicos entre otros.
Mi actual ocupación es trabajar con seres humanos, con menoresde edad que infringen la ley, con personas comunes ycorrientes que pasan por este lugar porque son enviados por un juez de menores, claro está que sin mi profesión no podría desempeñarme en esta labor dentro de esta institución.
En esta casa, (en sentido figurado)he hecho escuela, bachillerato, pregrado pero aún no me han titulado, en mis planes esta hacer una especialización y luego si me queda tiempo una maestría en relaciones humanas y manejo deconflictos entre jóvenes infractores. Lo digo porque aún me queda mucho por aprender, mucho que ver y mucho por dar.
Llegué parvulito a esta institución sin saber nada de pedagogía, sin conocer acerca de las problemáticas de los jóvenes y sin saber que en este sitio me formaría como educador de forma vivencial y directa sin necesidad de haber hecho el pregrado universitario
A medida que pasa eltiempo observo que la escuela no solo es grande en extensión y medida, porque su planta física es enorme, si no porque, es generosa en saber enseñar a las personas que acá laboramosy además nos brinda los elementos necesarios para lograr ayudar y entender de una u otra forma a los niños y adolescentes que están a nuestro cargo.
Hace ya 11 años que estoy prestando mis servicios y recuerdo comosi fuera ayer el momento que crucé por primera vez la puerta principal que en ese entonces era un portón inmenso o reja en hierro forjado y con diseños hermosos en discos de bronce incrustados entre los barrotes, me impresionó la imponencia de su estructura y lo acogedor de sus jardines, con árboles gigantes y frondosos, al bajar de portería, al interior de la escuela, lo primero que me encuentroes la imagen del busto de nuestro padre fundador, Fray Luis Amigó, al observar la imagen me pregunté ¿Quién será este señor?.
Nunca imaginé que esa primera visita a la escuela para la entrevista de trabajo con el señor Rodrigo Montoya era para hablar de una posible vinculación laboral como instructor de talleres en el área de metalmecánica y que me brindaría unas nuevasposibilidades en mi vida profesional y esto cambiaría parte de mi vida personal.(no quiero dejar pasar que luego de la primera entrevista pasó la segunda con María Jimena que era la jefe de recursos humanos y luego la entrevista final con el Padre Héctor Aníbal Gil quien dio su aprobación para mi ingreso a la institución como instructor)
Enla primera entrevista algo que llamó mi atención y me motivómucho y era que buscaban a alguien con un perfil que se ajustaba a mi formación y que además era para dirigir el conocimiento a jóvenes infractores con dificultades de comportamiento y enviados a la institución por un juez de menores bajo una medida legal, eran temas totalmente desconocidos para mí en ese entonces. Lo cierto es que la idea me gustó, creo que caló inmediatamente, la interioricé y deinmediato me imaginé lo interesante de compartir con estas personas mi saber técnico y mi experiencia.
Las cosas se dieron para que yo iniciara el trabajo en la Escuela, fue una grata impresión y un motivo más de alegría, comencé un proceso de reconocimiento y adaptación con las cosas que me brindaba la escuela, mi nuevo empleo, mi nueva historia; han sido momentos inolvidables, recuerdos...