Entorno Volcánico: Riesgos Y Oportunidades

ENTORNO VOLCÁNICO. RIESGOS Y OPORTUNIDADES”

INTERVENCIÓN MESA DEBATE

En primer lugar quiero agradecer a la Dra. Sánchez Bonilla, organizadora de estas jornadas, que me haya invitado a participar en esta mesa porque así he tenido la oportunidad de pensar en un poco más en la realidad sobre la que vivimos para tratar de entenderla, no tanto desde el punto de vista de los riesgos, como desdeel de las oportunidades

Vivimos, efectivamente, sobre un entorno volcánico, en un medio marino, con un clima subtropical y una luz cegadora. Lejos de Europa, continente al que culturalmente pertenecemos. Cerca de África, continente con una realidad cultural totalmente distinta. Emergimos del mar hace más de 30 millones de años. Somos hijos de los volcanes que han creado nuestro paisaje y, juntocon el mar, dibujado nuestros contornos; por medio de la erosión, configurado nuestro suelo y con la participación del hombre, intervenido en nuestra cultura y economía. Sería interesante comprobar también en que porcentaje han modelado nuestra forma de ser.

Domingo Pérez Minik hablando sobre la condición humana del insular indica que el canario ha vivido constantemente muy cerca de sugeografía lo que le ha llevado a desarrollar un profundo sentido de la independencia, del aislamiento, del duro trabajo para subsistir en el medio y de la aventura muy ligada a la emigración. Afirma que el habitante de las islas es capaz de sobrevivir y de integrarse en el devenir histórico alimentando un conflicto que le mantiene entre el aislamiento y el cosmopolitismo; el sentido de la emigración yel apego a su entorno geográfico; una climatología paradisíaca junto a un sentimiento permanente de descontento y frustración. Destaca que mantener vivo ese conflicto es fundamental para no perder vitalidad y evitar hundirse en el anonimato y alude a la importancia que tiene el viaje de sus habitantes -- de ida y vuelta—para el desarrollo canario y también, la apertura hacia los que nos visitan,ya que en su opinión, han sido los visitantes – y cita desde De Torriani a Humbolt, pasando por Thomas Nichols, Unamuno, Bertrand Russell André Breton-- los que nos han ayudado –y aún nos ayudan-- a descubrir quienes y como somos; los que, desde el ámbito de sus conocimientos e intereses, nos han descubierto nuevas facetas en nuestra insularidad dándonos la oportunidad de valorarlas.
Comoejemplo, del que debemos aprender, cita el caso de la Isla de Pascua, situada en el otro extremo del mundo. Cuando en el siglo XVIII llegaron allí los Holandeses, sus habitantes, sumidos en unas condiciones de vida paradisíacas iban casi desnudos, poseían una agricultura de subsistencia y no tenían piraguas ni canoas. Habían perdido la capacidad de navegar y por ello vivían terriblemente aislados. Enla isla había unas potentes esculturas realizadas por sus antepasados, pero para ellos –descendientes directos de los que las habían labrado-- carecían de todo sentido. ¿Qué había pasado? Se pregunta Pérez Minik. Arnold Toynbee explica esa degradación cultural atribuyéndola a la perdida de la comunicación con otras islas del Pacífico. Mientras podían navegar intercambiaban conocimientos e ideas,exportaban e importaban recursos técnicos y conceptos, bienes y servicios, mantenían su capacidad creativa y vivificadora. Cuando –por las circunstancias que fuera—perdieron esa capacidad, el intercambio cesó, se quedaron solos anclados en su propio narcisismo y, poco a poco dejaron de comprender el significado vital de sus estatuas y sus conexiones religiosas y civiles. Pérez Minik nos alertadel peligro del aislamiento que amenaza a todas las islas, las nuestras también y dice:
“El habitante de una isla que vive bajo y sobre su condición humana de aislamiento nunca debe convertirse en un solitario porque entonces toda la estructura de su existencia civilizadora se resquebraja” (…) tenemos que estar siempre atentos a la historia que se hace a nuestro alrededor para no dejarnos ir...