Entre 1 Y 2 ,Entre Nosotros 2

-vaya, pero que inteligente resultaste ser- dijo aquel joven, quien rápidamente dio media vuelta y quedo frente a mi.
- y me lo dices con tanta elocuencia- dije y tome un libro que tambaleaba al filo de la mesa.
Al abrirlo lo primero que leí fue el nombre de su autor Anne Rice, me di cuenta de que ese libro fue por mucho tiempo mi favorito.
-crónicas vampíricas….-dijo él y soltó una pequeñarisilla.- pero que tonterías mas grandes lees…- y con rápido movimiento lo tiro de mis manos.
-pero que diablos haces- le dije y cogí el libro para ponerlo sobre la mesa.
El se dio media vuelta nuevamente y se quito el precioso abrigo que había comprado en una tienda de la calle Williams al oriente de Carson City, tomo asiento en la silla mas próxima a él y coloco el abrigo sobre sus piernas,su mirada era tan seria y tan intrigante a la vez, como si estuviera excitado y a la vez en la cúspide de la seriedad, pero, había algo entre ello, algo que lo importunaba, y era algo que mi reacción le había hecho.
-porque tanto afán por ese libro…- dijo y se inclino hacia delante, solo para tomar de la mesa una hermosa copa y servirse un poco de coñac.- ¿porqué tanto amor hacia los vampiros,porque esa obsesión?- pregunto con las cejas arqueadas y su mirada fija en mis ojos.
-por la misma obsesión que tú tienes con los demás…- respondí un tanto vacilante.
Entonces el cruzo una pierna sobre la otra mientras giraba lentamente la copa entre su mano. Dio un pequeño sorbo y después de un momento de silencio, las palabras distanciadas volvieron a resurgir.
-¿pero, no es acaso tu obsesiónmas insana que la mía?- me pregunto con una sonrisa que mostraba su hermoso par de colmillos aun blancos, sin una mancha de coñac.
Me sentía totalmente abrumada por el hecho de que no entendiera mi forma de pensar, llevábamos tanto tiempo de conocernos y aun me sorprendía que yo le sorprendiera.
-no, pues la mía no existe mientras que la tuya esta presente todos los días- le dije y tome la sillamas cercana a mi.
-si eso fuera verdad, entonces, ¿que soy yo?...una simple ilusión, un mal sueño…. – me dijo con sus ojos posados en la copa.
- si eso es lo que eres….un mal sueño del que pronto despertare…- le dije y tome asiento a poca distancia suya.
El no decía nada, el silencio que desapareció aparecía otra vez y creaba un gran abismo entre los dos. Miraba la copa que mecía lentamente ensu mano, lenta y suavemente. Yo solo lo miraba con gran confusión, ¿Por qué me preguntaba todo esto? ¿Que caso tenia? Y ¿porque yo le había respondido así?, si el siempre había tenido la razón sobre todo. Pero, de repente me di cuenta, el no quería saber nada de eso, nada de lo que yo pensaba sobre el tema, el solo estaba jugando con mi mente, solo quería que el tiempo transcurriera. De repentedejo de mirar la copa y me miro fijamente a los ojos. Me sonrió y dejo ver totalmente sus preciosos colmillos tan blanquecinos como la nieve de mi último invierno infantil.
-me haz pillado, ¿no es así? – Me dijo con su sonrisa aun pintada en la cara.- me has pillado en la jugada…sabes que yo solo estaba haciendo tiempo…no me importa lo que pienses de nada…- dijo y volvió la copa a sus labios solopara tomar un poco mas de aquel liquido mundano que para el era un néctar de los dioses.
-si…te he pillado- le dije y me levante de la silla, pensaba que debía irme de ahí, no tenia caso seguir a su lado sabiendo que no le importaba nada de lo que yo pensara sobre el o sobre su forma de ser.
-¿quien a dicho que te vayas?, yo nunca te dije eso…- sonrió y me estiro su mano.- ven…-dijo sin quitarla sonrisa de su rostro.
Yo me acerque a su lado y tome su mano. Me sujeto suavemente y en movimiento tan rápido como la luz me tenía sentada en sus piernas.
-¿entiendes ahora?...-pregunto
- siempre lo he entendido Marcus, siempre…- le dije con una voz sollozante.
El puso su abrigo encima mío y me acurruco contra su pecho tan frio y muerto.
-tu y yo….somos uno mismo...porque tu y yo...