Entre cristales

Su presencia me sigue a todas partes, comienzo a creer que quiere apropiarse de mi ser, consumirme como si fuese algún cigarrillo, lo está logrando, es enfermo, comienzo a hartarme, te veo y elcoraje me invade, te sueño y la ansiedad de estar ahí me ataca, sin embargo me sumerjo una vez más en mi pensamiento que me dice NO TE RINDAS, la vida es corta, bella, efímera y extrema, y te las tienesque arreglar para poder avanzar, no te puedes estancar, eres una ancla que no me deja caminar y es enfermo pues a veces me he querido matar, pues tu inconsciencia me vuelve cada vez más enfermo yalterado, no quisiera estuvieran en mis zapatos pues hace falta un motivo para que el autocontrol muera y al rededor todos sean migajas y retazos de carne cayendo como si fuese lluvia envuelta en carmesí,nadie debe cambiar por nadie pues es un error muy grande que tarde o temprano todos cometeremos, es hora de volver a ser quien eres, quítate esa mascara ¡¡YA NADA IMPORTA!! Al fin y al cabo solo soy unextraño más... y a nadie le importa así que no veo problema en ello.

Entre cristales... ahí es donde estamos... somos diamantes entre cristales, cristales frágiles que se rompen uno tras otrocrujiendo como crujen las hojas que sucumben ante las suelas del zapato… en un naranja otoño que se rompe al paso de la danza del viento que juega con aquellos calzoncillos que se descuelgan uno trasotro al filo del tendedero, una vieja ácida sale mojada a tenderlos después de una noche gris y pálida pues a su esposo doña disfunción lo ha dominado, la señora con cara amarga avanza lentamente sobreel techo de su casa… ella ya está gorda y llena de arrugas, se le cuelgan las “chichis” casi hasta el ombligo y las nalgas se le han llenado de estrías.. No me sorprende el por qué a su marido no se lepara, el en cambio está muy flaco como si lo que tiene la señora de obesa es lo que se ha consumido de su marido… la diabetes es quien lo consumió, una vida llena de excesos ahora lo tiene cada vez...