Entrevista a Cristian Alarcón

Cristian Alarcón es profesor de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y principal gestor y coordinador de Cosecha Roja, una red de periodistas judiciales cuyo objetivo es la discusión y la búsqueda de nuevas formas de narrar los conflictos de las sociedades latinoamericanas. Lleva a cabo talleres sobre la ciudad, la violencia y el narcotráfico, y dirige el proyecto de crónicas sobrepandillas organizado por la Coalición Centroamericana para la Prevención de la Violencia Juvenil. La NACLA (North American Congress of Latin America) le otorgó el premio Samuel Chavkin por la integridad periodística reflejada en su trabajo en Página 12 y en su libro, Cuando me muera quiero que me toquen cumbia(2003). Pterodáctilo aprovechó su visita a Austin para entrevistarlo acerca de su más recientepublicación,Si me querés, quereme transa (2010).
Pterodáctilo (PT): Después de poco menos de 15 años de haber puesto pie en la villa por primera vez y de realizar el trabajo de investigación que dio como resultado estos dos libros, Cuando me muera quiero que me toquen cumbia y Si me querés, quereme transa, ¿cómo ha cambiado su percepción de esa comunidad?
Cristian Alarcón (CA): La villa comoterritorio experimenta cambios intensos. Es el escenario de una dinámica extremadamente vital desde siempre. Estos cambios son más violentos y penosos durante la década del 90, porque en la Argentina, como en toda América Latina, sobrevienen las consecuencias de la aplicación de un modelo económico que eleva los niveles de pobreza a más del 50 por ciento de la población en términos generales, y losniveles de pobreza extrema a más del 20, a veces hasta el 30 por ciento de la población. La década del noventa impacta fuertemente a los sectores populares argentinos creando una serie de emergencias. Yo me intereso particularmente por la de los jóvenes ladrones que comienzan a delinquir entrados los 12-13 años en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Primero llego a esa temática porcuriosidad periodística, buscando lo que solemos buscar los rastreros periodistas, que es una primicia. En este caso, yo siempre me interesé por generar primicias sociales, no por la primicia clásica, que es la de descubrir que un funcionario mete la mano en la lata, o le roba al fisco, o una empresa sortea un control, sino por aquellos acontecimientos que demuestran los cambios de la sociedad. Lo queempecé a ver en algunos cables de información de agencias de noticias es que jóvenes cada vez más pequeños eran víctimas de supuestos enfrentamientos con la policía, y sistematicé esa información. A lo largo de un año y medio investigué la existencia de un escuadrón de la muerte de policías que tenían una empresa de seguridad privada que intentaba demostrar que eran eficientes mediante laeliminación sistemática de jóvenes. Al cabo de esa  investigación, descubrí la historia de un joven, que es la del Frente Vital, Victor Manuel Vital, asesinado por la policía y que se había convertido en su barrio en una especie de santo de los pilochorros, o jóvenes ladrones. Ese proceso culminó en un trabajo muy distinto a la investigación periodística clásica, con pretensiones más literarias, que esel de una crónica que se transforma en Cuando me muera. Ahí hago mi primera indagación etnográfica, mi primera aproximación literaria, y despego, de alguna manera, de los cánones clásicos del periodismo.
PT: En Cuando me muera usted presenta un momento de transición relacionado a la pérdida de ciertos códigos del respeto y de una ética delincuencial en esa comunidad. En Si me querés existe unsistema de códigos parecido, pero traído de otro contexto, ese del campo peruano, que también se ha ido transformando dentro de la villa. ¿Cómo es el diálogo entre los distintos códigos que conviven en ese territorio?
CA: Es un diálogo complejo el de las comunidades migrantes con las comunidades y la trama de las comunidades argentinas. El nivel de xenofobia que permanece oculto es alto y la...