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En la novela El túnel de los pájaros muertos aparece un parque de diversiones, vecino inmediato de el Instituto Baldesarre. Este parque de diversiones, en la realidad, se encuentra cercano a lalocalidad de Luján e, igual al de la novela, fue clausurado por la muerte accidental de un chico en un juego de naves voladoras. Hace más de una veintena de años que se lo puede ver,al costado de la ruta,con los juegos oxidados pero intactos. En 1980, mi amigo Lipe, durante un viaje en auto a San Luis, cuando sus padres pararon a tomar algo, corrió a jugar en los autitos chocadores inútiles. Lospadres le prohibieron que lo hiciera, pero Lipe no se detuvo. Se cortó la mano con una de las barras que conectan a los autitos con el techo, se enfermó de tétanos y murió una semana más tarde, cuandohabían regresado de urgencia a Buenos Aires. Nunca olvidé la muerte de Lipe, tan temprana, y tal vez haya inspirado parte de la novela. Pero el parque en sí mismo tenía una historia previa a la tragedia deLipe. Era un parque muy concurrido en los años cincuenta, sesenta y setenta. Por supuesto, todos los fines de semana se perdía un chico, como en cualquier espectáculo multitudinario en un predioextenso. Había una locutora, sentada en una cabina, encargada de recitar el conocido latiguillo: "Al niño Tomás Naco, que se ha perdido, su madre lo espera en la boletería de entrada". Pero, como laboletería de entrada siempre estaba repleta, atestada de gente acumulada de cualquier manera, la locutora había tomado la costumbre de citar a madre e hijo en la entrada a cada uno de los juegos, dondehabía menos gente o la fila era más ordenada. Ese fue el caso del niño Jimeno Retur. El Laberinto de Cristal era uno de los juegos menos visitados, y en verano casi no tenía público. A los niños no lesinteresa meterse en una cárcel de vidrio. Y en verano, repito, el calor pegaba como cuando atraviesa una lupa. Pero, cuando Jimeno escuchó: "Al niño Jimeno Retur su madre lo espera en la puerta del...