Ernest hemingway, escritor, enamorado y suicida

Páginas: 5 (1249 palabras) Publicado: 3 de abril de 2010
Ernest Hemingway
Escritor, enamorado y suicida

Por Cristina Castello

Desde muy joven, la obsesión de Ernest Hemingway fue descubrir cómo vivir, y conservó esta obsesión hasta la muerte. Cuando ya no supo cómo, se pegó un tiro.
Antes, ardió en su propio fuego —su intensidad—, aunque más a lo hondo que a lo largo. Sí. Su paso por el mundo fue breve. Y juliofue su mes.
En el de 1899 abrió sus ojos a la vida y el de 1961 lo llevó a la muerte. En sus casi sesenta y dos julios fue periodista, pescador y boxeador; amó el mar y las corridas de toros. Tuvo cincuenta y siete gatos, varios de ellos con su propia lápida en el cementerio de animales construido junto a la piscina, en su «Finca Vigía» de la Habana, donde residió veintidós años. Fuecazador en África, conductor de ambulancias en la Primera Guerra Mundial, corresponsal y especie de combatiente en la segunda, y corresponsal en España durante la Guerra Civil; sufrió depresiones y padeció electroshocks. Ardía en su propio fuego, estaba dicho.
Hemingstein, como solía llamarse socarronamente a sí mismo, fue un viajero tan obstinado como lo fue su deseo de justicia y delibertad. Y, sobre todo, fue novelista y escritor. Es un verdadero monumento de las letras anglosajonas —ganador del Premio Pulitzer por El viejo y el mar y del Nobel de Literatura en 1954— y un referente literario de todas las épocas.
Pero para él, saber cómo vivir también se refería a su relación con las mujeres, y esto lo llevó de abrazo en abrazo, de la idealización a la decepción… contodas ellas, a las que llamaba «hijas». Así lo muestran sus cuatro matrimonios y sus —al menos— otras dos relaciones amorosas profundas. Una, con la norteamericana Agnes von Kurowsky, a quien deslumbró con su inteligencia, sus músculos, su desparpajo... y con la medalla al valor que le dio el gobierno italiano, por la descarga de metralla que recibió cuando intentó rescatar un soldado herido. Peronuestro escritor tenía entonces apenas 19 años y Agnes, 30…y ella se casó con un galán napolitano.
Para la otra aventura, a sus 49 años, eligió en Venecia a Renata Ivancich, italiana, de 19, de cuya historia surgió su novela Al otro lado del río y entre los árboles. Antes de morir, él quiso cruzar las aguas y descansar entre el follaje. No le fue posible.

De espías y repollos¿Tuvo Hemingway sólo otros dos amores apasionados, además de sus esposas… o fueron otros cuatro, o cinco?
Vamos a la número «cuatro» (mencionadas, todas, fuera del orden cronológico). Muy joven aún, le iba bien una mujer que era, ya, un mito: Mata Hari. Así lo recoge quien más tarde sería su biógrafo: «Nos contó a un grupo, bastante borracho, que ‘una noche la j... bien,aunque la encontré muy pesada de caderas y tenía más interés por lo que hicieras por ella que por lo que ella daba al hombre’». Pero la verdad era otra: Hemingway viajó a Europa por primera vez en el 1918 y Mata Hari había sido fusilada en 1917. El ensueño de Ernest había inventado una leyenda que todos creyeron.
La quinta. ¡Y que «quinta»! Él la llamaba «My little kraut» («Mi pequeñorepollo») y ella lo apodaba «Mi querido papá». «Marlene, te quiero por encima de todas las cosas, y lo sabes endemoniadamente bien», le escribía Ernest desde Cuba. «Marlene» era Marlene Dietrich, el «Ángel azul», la actriz alemana que se opuso al nazismo a riesgo de su vida. Ellos se amaron con «ese» amor que puede tener cierto sostén de eternidad: el amor platónico, sin sexo. La pasión de esta, parala mayoría de los mortales, «extraña pareja», esa «pasión sin igual», según Hemingway, había empezado en 1934, cuando se conocieron. Pero el fervor amoroso creció y se mantuvo después, durante diez años: entre los 50 y los 60 del célebre autor. Se admiraron. Burlaron geografías, distancias y ansias de cuerpos enlazados. Se adoraron.
Así lo atestigua la colección de 31 cartas de amor...
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