Escena Teatro

Escena 10

Chico y Mujer

Canción

Mujer: Hoy me he estado mirando al espejo un rato largo; llevaba algunos días sin hacerlo, o quizás… diez años; quizá por primera vez en mi vida un rato lago, detenidamente y con insistencia; acababa de llegar de mercado de mal humor, ya me dirás: las cosas no paran de subir con una agilidad que ya me gustaría a mi tener para subir las escaleras de esteviejo edificio decrepito, vaya, muy propio para una mujer de mi edad y condición (¿no dices nada?); pues eso, que iba tan cargada…

Chico: hazme un café… (le tira el vestido a la Mujer)

Mujer: Y nada mas abrir la puerta, suena el teléfono y a que no te imaginas quien era.

Chico: El administrador de fincas diciéndote que te suben el arriendo.

Se miran en silencio

Mujer: ¿No te pareceraro que un teléfono suene en el preciso instante en que sacas la llave de la cerradura de la puerta de entrada?¿no? Pues a mí sí, no sé si me había pasado nunca, es como si las dos cosas estuvieran unidas o fueran una misma cosa; además, tú ya lo sabes: no es nada frecuente que llame alguien a esta casa, no es nada normal, es anormal, lo sabes tú mucho mejor que yo; siempre he pensado que la razónprincipal que te impulsó a dejarme, quiero decir: a independizarte (así es como lo dices tú, ¿verdad?), fue lo poco que sonaba el teléfono en esta casa, si, si, te lo digo en serio, siempre he pensado que fue por eso; pues nada, imagínate la cara que he puesto en el umbral de la puerta, cansada y angustiada con las bolsas de plástico del supermercado cortándome literalmente las muñecas y con elmonedero vacío en el sobaco, el monedero…vacío, (Le tira el monedero al Chico) cuando todavía faltan días para llegar a fin de mes. Por querer correr, para que la bendita llamada no se me escapara, las he dejado de cualquier manera en el suelo y se me han roto siete huevos; total, que ya me tienes lanzándome como una loca hacia el despacho, y en milésimas de segundo he pensado que como me gustaríaoír una voz agradable que me saludara y me ayudara a pensar agradablemente el resto del día, el resto de los días, el resto de mis días.

Chico: Voy a mear.

Mujer repite “Voy a mear” con voz agradable

Mujer: Pero no. Era una amiga de mi hermana mayor, que vive en un sitio de ésos para gente como ella, de ésos donde yo no pienso poner los pies en la vida. Revolviendo no sé qué papelesresulta que había encontrado por casualidad mi teléfono y me llamaba para que fuera a visitarla a ella y unas amigas y… y animarme a… a ir no sé dónde en un autocar especial para gente como… como nosotros. ¡Que horror! Me han dicho ¡”como nosotros”! (Ambos se ríen a carcajadas) imagínate el plan. En fin, me he hecho la despistada como he podido hablándole cosas sin importancia y de mi estado desalud inmejorable y estupendo y de la amabilidad y de la simpatía de la gente de este bario y de que yo estoy encantada de vivir en este pisito antiguo pero mono y le he colgado el teléfono en un santiamén y sin dejarle tiempo para respirar y volver a proponérmelo; total, que nada mas colgar, he ido como una sonámbula al cuarto de baño y me he mirado al espejo. Pero, ¡¡ qué se había pensado aquellamujer, aquella… vieja!! ¿¡Cómo se atrevía a llamarme a mí?! Pero no, no ha pasado nada grave; mirándome, me he calmado en seguida: sigo sin tener una arruga. Puedo estar perfectamente die años mas sin tener que mirarme al espejo.

Chico: ¿Y el café?

Mujer: ¡Ah! ¡Qué susto! Siempre con esa manía, no cambiara nunca. Eres un sádico, eres un sádico; ¿por qué nos saliste así? , ¿por qué? Yo se quetodavía no me lo explico.

Chico: Creo que me voy a ir

Mujer: ¿A quien saliste? ¿A quien?

Chico: Digo que me voy

Mujer: A tu padre, seguro que no, un encanto de hombre, galante y educado y que en paz descanse.

Chico: Siéntate

Mujer: Y a tu hermana todavía menos, sensible, tierna, incapaz de matar ni la cria de una mosca.

Chico: Cálmate

Mujer: ( Se acerca al Chico. Hace...