Espiritualidad de la liberación

SEMINARIO, TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN: BALACE Y PERSPECTIVAS.
TEMA III. TEOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD.
INTRODUCCIÓN.
“Hay gente que quiere ver a Dios con los mismo ojos con los que ve a su vaca, y quiere amarle como quiere a su vaca: la quiere porque da leche y queso y le resulta provechosa. Lo mismo sucede con todos los que aman a Dios para alcanzar riqueza exterior y consuelo interior: los queaman así, no aman a Dios, sino su propio provecho” (Eckhart).
No deja de apasionarme el tema de la espiritualidad. Pero una espiritualidad sin adjetivos, materia prima, “tabula raza”. ¿Qué es eso, que mueve a algunas personas, creyentes o no, a entregarse sin reservas por una causa mientras otras sencillamente vegeta(mos) mirando pasar impávidos el torturante segundero del tiempo?
“Comer ybeber, volver luego a tener hambre y sed, y poder de nuevo comer y beber, hasta que se abre ante mis pies el sepulcro y me trague y ser, yo mismo, alimento que brota del suelo… engendrar seres semejantes para que también ellos coman y beban y mueran y dejen detrás de sí otros seres que hagan lo mismo que yo hice”
Nos resistimos definitiva y decididamente a que, por desgracia, pueda consistir en estola vida. Algunos como ni siquiera engendran(mos), se dedican apasionadamente a “super-proteger un perro. “Yo estaba satisfecho con mi mediocridad, hasta que un día se me tornó insoportable”. La vida no puede ser “una pasión inútil”, hay que infundirle halito, aliento, fuerza, ánimo, ánima, hay que infundirle espíritu, espiritualidad.
Pero ¿dónde está la fuente? “la vida humana no se realiza porsí misma. Nuestra vida es una cuestión abierta, un proyecto incompleto todavía por completar y por realizar. La pregunta fundamental es: ¿cómo se realiza este llegar a ser hombre? ¿Cómo se aprende este arte de vivir? ¿cuál es el camino de la felicidad?” Moisés, Buda, Confucio, Lao Tse, Alejandro Magno, Sócrates, los Macabeos, el Bautista, Jesús de Nazareth, Pablo de Tarso, Agustín, Muhammad,Francisco de Asís, Lutero, Thomas Moro, Las Casas, Napoleón, Gandhi, Luther King, Juan XXIII, Teresa de Calcuta, Mandela, Romero y tantos otros, algo los motivaba con pasión, ¿de dónde se alimentaban? ¿Del espíritu? ¿Qué es el espíritu?
“¿Que entiendo por espíritu? Ese viento que siendo en sí, todo lo vivifica y lo llena de aliento, una energía que se derrama sin fin, que no tolera vacíoalguno, ni mediocridad... un principio de anchura sin confines, y un anhelo… y un deseo… Espíritu, es el anhelo de verdad, es la respiración del infinito, es un deseo ilimitado de claridad… “pero solo la medida del amor de una persona define su espíritu.” (Drewerman. 1995)
Pero lo que me desconcierta no es esto, sino lo que viene. El evangelio de Juan tiene un “misterioso” verso: “Es más, llegará eldía en que os maten pensando que así dan culto a Dios. Harán eso con vosotros…” Jn 16,2-3. Es decir a los verdugos también los mueve algo. Un cierto “espíritu a la izquierda” o mejor un espíritu engañado. Aquí la lista también puede ser interminable. ¿Quién o qué diablos movía a Herodes, Nerón, Hitler, a los fanáticos teólogos de la inquisición?
Por otro lado, de dónde les viene la motivaciónque muchas personas tienen para luchar testarudamente por causas que saben “perdidas”, Tomás Moro, Giordano Bruno, Juana de Arco; tantos líderes de movimientos guerrilleros que se entregan por “el pueblo”, tantos terroristas que se suicidan como “mártires” por el paraíso, jóvenes sicarios que se sacrifican para los carteles de droga por dejar algo a la familia (a la cucha), sin duda a esta gentetambién los mueve algo. No vegetan. ¿Se les puede aplicar a estos lo que Drewerman entiende por espíritu? Obviamente abría que hacer “discernimiento de espíritus”, estos también “soplan donde quieren” y no es tan simple y fácil decir este es espíritu del bien y este del mal. Y todo esto sin meternos en el “problemita” de “la gracia”.
Pero todavía hay más, dice A. Comte-Sponville : “No por ser ateo...