Etia Y Moral

TALLER DE ETICA | M.E. ANDY ELDER LUCERO MEDINA

Doña Ética y Doña Moralina. Había una vez un pueblito blanco al pie de las altas montañas. Allí moraba una señora impecable, de suaves modales ymovimientos armoniosos. Todo el mundo conocía a doña Moralina pues, por un motivo u otro, con todos tenía algo que ver. En el pueblito no había iglesias de ningún tipo. Solo la blanca casona de doñaMoralina que se asemejaba a un antiquísimo templete. Más allá del Jefe Comunal la autoridad en el pueblo, en realidad, era doña Moralina. Tenía un poder bien ganado: su experiencia daba la solución a todoconflicto incluso se adelantaba a los potenciales problemas. Siempre se la veía acompañada por señoras y señores; quienes le tenían rabia eran los adolescentes y jóvenes sin diferencias de sexo. Perocon el tiempo terminaban agachando la c abeza: por lo menos el pueblo subsistía gracias a las órdenes y consejos de tan patricia señora. En la oscuridad cada uno se permitía lujos con completo olvidode las venerables normas. Un día descendió de la montaña un pequeño carro, tirado por un brioso caballo que venía al trote. El carruaje era conducido por una mujer, entrada en años, vestida de rojobermellón, de ojos penetrantes y mirada muy larga. Una hermosísima mujer. Entró en el pueblo pleno de comentarios y perplejidad ante tan estrafalaria figura. Alquiló una pieza frente a la casona dedoña Moralina y se quedo a vivir allí. La mandamás de la aldea la espiaba día y noche; la intrusa podía destruir el orden y las reglas. Pero la mujer de rojo salía muy poco. Sus palabras eran quedas ycontadas con los dedos de una mano. Sus ojos observaban el comportamiento de los habitantes y la tristeza le cubría la mirada. Pronto corrió la voz que la nueva habitante del pueblito se llamaba Ética.Más vale no meterse con ella, se decían. Si la veían venir por una vereda se cruzaban a la de enfrente. Pero doña Ética los sorprendía de forma silenciosa. Algo podía decir, especialmente una frase:...