Evaluacion

EVALUACIÓN DEL PROFESORADO UNIVERSITARIO POR LOS ALUMNOS EN LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO.
F. J. Tejedor; E. Jato Seuas y C. Miguez Rodríguez.
( Tomado del Resumen del Informe de investigación realizada del mismo título, Santiago, España, 1986).

I INTRODUCCIÓN
En cualquier nivel educativo el análisis de un “plan evaluativo” debería contemplar, al menos, referencias a los alumnos, a losprogramas y a los profesores. Creo, sin embargo, que hay una cierta tendencia en este país a limitar el estudio evaluativo en el ámbito universitario al análisis del rendimiento de los alumnos. Puede establecerse, sin riesgo de equivocarnos, que la única actividad evaluadora que en la Universidad española se ha llevado a cabo han sido los exámenes que periódicamente tienen que pasar los estudiantes;exámenes cuyo propósito básico es verificar si el nivel alcanzado por los alumnos es suficiente para pasar a un curso superior y, en último término, posibilitar la obtención de un título que capacita para ejercer una profesión. En modo alguno esos exámenes suelen estar pensados para evaluar la eficacia de la labor docente. Y pienso que no es buena la disociación de objetivos, ya que:

• No creoque pueda llevarse a cabo con eficacia la evaluación de los procesos de aprendizaje si se consideran desconectados de los procesos de enseñanza;
• No comparto la idea de creer que recaen sobre el alumno todas las potencialidades de logros a conseguir y todas las responsabilidades de logros conseguidos.

Quizá una de las razones por las cuales no han existido prácticas habituales ygeneralizadas de la docencia universitaria en nuestro país radica en que la evolución de la enseñanza supone la evaluación del profesor, y es bien sabido que no se caracterizan precisamente los profesores por su propensión a ser evaluados.

Al margen de numerosos efectos secundarios hay dos consecuencias básicas que pueden obtenerse con un programa de evaluación de competencia docente. Por un lado,conseguir datos conclusivos que permitan establecer los criterios que promocionar al profesorado y para emplear los reducidos medios con que se cuenta con la mayor eficacia posible. Por otro lado, poner en marcha un mecanismo formativo de retroalimentación que ayude al profesor a mejorar.

Creo que la persistencia histórica en nuestro país del sistema de oposiciones para acceder, con caráctervitalicio, a la situación docente ha tenido y tiene mucho que ver con la despreocupación casi absoluta por las prácticas de evaluación de la docencia universitaria, ya que ello implicaba inexcusablemente la evaluación del profesor. Al imposibilitar el sistema de oposiciones la viabilidad de una de las dos consecuencias fundamentales que deben derivarse de un proceso evaluativo en una docenciauniversitaria, a saber, la promoción del profesorado, la otra, la puesta en marcha de un mecanismo formativo de retroalimentación que ayude al profesor a mejorar su situación docente, se ha desconocido de ipso, aunque no se explicite, por irrelevante.
En la mayoria de los países ha sido, creo, la necesidad de ampliar las plantillas docentes y la necesidad permanente de “rendir cuentas” lo que ha puesto enmarcha los procesos de evaluación de la eficacia docente y con ellos, claro, del profesor.

El presente nos muestra algunos indicios de que la situación española puede cambiar; si bien persisten las oposiciones, la totalidad de los estatutos universitarios de reciente implantación contemplan la obligatoriedad de llevar a cabo evaluaciones del profesorado, que deberán contemplar referencias a lasobligaciones mínimas (elaboración del programa, asistencia a clase, impartición del programa, atención a los alumnos, asistencia a las reuniones del departamento, cumplimiento de la dedicación...) y a las valoraciones de la eficacia docente. Los resultados de esta evaluación deberán obligatoriamente hacerse llegar a los tribunales que juzguen los concursos de acceso a las plazas docentes...