Exilio Como Mconstruccion Discursiva

EXILIO DE ARGENTINOS: CONSECUENCIA HISTÓRICA Y
CONSTRUCCIÓN DISCURSIVA DE LAS PRÁCTICAS REPRESIVAS DE LA
DÉCADA DE 1970.
Simon Ferrari Demichelis
INTRODUCCIÓN
Durante los años setenta la emigración nacional, visible desde mediados de
1950 (Lattes y Oteiza 1987: 193), toma un matiz dramáticamente novedoso:
diversas políticas de terror atraviesan el campo social haciendo que paramuchas personas la simple permanencia en el país implique un peligro para
su vida y la de sus seres queridos. El exilio es visto entonces como una de
las pocas formas de sobrevivir, dando lugar a una suma de decisiones
individuales, familiares y, ocasionalmente, partidarias, que originan un
movimiento humano centrífugo, constante y heterogéneo.
Consideramos a 1973 como momento inaugural deeste proceso debido a
que desde entonces comienzan a producirse los primeros casos de partida
del país por razones de persecución ideológico política (Jensen 1998: 130).
Si bien el exilio se inicia durante un gobierno civil, es recién a partir del golpe
de 1976 y de la consiguiente sistematización y hegemonización de las
violaciones a los Derechos Humanos por parte de aparato estatalque, tanto
por prevención como tras el encarcelamiento y la tortura, adquiere carácter
masivo.
Tras la derrota de Malvinas de 1982, la legitimidad de la Junta -ya resentida
por las impopulares medidas económicas de Martínez de Hoz- decae aún
más, tornándose inminente el restablecimiento de la democracia y de los
derechos constitucionales. En este contexto comienza el regreso de losexiliados, tímidamente primero y en forma más contundente a partir del
primer semestre de 1984 (Maletta y otros 1988: 207), tras las elecciones de
octubre de 1983.
Siguiendo a Jensen (op.cit.:72), pese a la poca información existente acerca
de la emigración argentina, distintos autores (Bertoncello y otros 1985: 135)
coinciden en que, de los aproximadamente 500.000 argentinos que vivían enel exterior hacia mediados de los ´80, más de la mitad había emigrado
después de 1970. Es dificultoso precisar cuántos de estos casos
corresponden a exiliados políticos, no sólo porque los movimientos de
población en general son de complicado registro y clasificación, sino también
porque en este caso puntual no existe información cuantitativa centralizada,
las salidas del paísocurrieron en formas variadas y la residencia en el
exterior revistió diversos estatutos. Pese a esta situación, entre las cifras
oficiales existentes, el Comité Intergubernamental para las Migraciones
1estima en alrededor de 40.000 el número de residentes en el exterior por
causas políticas en ese período, de los cuales se calcula que regresaron a la
Argentina aproximadamente 20.000 (Carsenioy otros 1988: 35).
Si bien el exilio puede darse por terminado al finalizar las causas histórico -
políticas que le dieron lugar, consideramos que para el sujeto tal experiencia
no quedó cancelada ni superada por el acto del retorno o por la decisión de
permanecer como inmigrante en el país de asilo, sino que ha permanecido
como una huella (Andrés 2002: 88) constitutiva de susubjetividad. En este
sentido, en un documento del CELS se sostiene “Decimos que el corte
producido no puede cerrar fácilmente. Algo se interrumpió bruscamente y
permanece muchas veces la sensación de lo perdido en algún lado, aquí
antes de partir, en los países de acogida antes de regresar. Permanece la
sensación de que hay algo irrecuperable” (CELS 1988: 3-4).
Como parte de nuestra tesis delicenciatura acerca de las construcciones
discursivas de identidades entre exiliados retornados, pretendemos indagar
aquí las relaciones existentes entre exilio y políticas represivas de los años
setenta.
Consideramos que esta pregunta es indispensable para evitar desligar tales
construcciones identitarias de las circunstancias histórico políticas que
originaron exilios, retornos y...