experto maritimista

TRATADO DEL RIO DE LA PLATA Y SU
FRENTE MARÍTIMO

Diversos analistas y autores, nacionales y extranjeros, han publicado diversos volúmenes en que se realiza el análisis jurídico – político del texto y alcances del Tratado.
Existe en casi todos losautores, la coincidencia que este documento internacional, ha sido original en su materia, dejando de lado anteriores esquemas de división de jurisdicciones en áreas acuáticas, adoptando formas y conceptos más aplicables a la realidad de una frontera viva como es un río, habiendo definido las jurisdicciones en base a las posibilidades reales que el espacio acuático permite, que no admiten nireconocen una línea rígida, impuesta por el hombre, a la variedad de circunstancias, formas, y régimen que presenta un curso fluvial, o mismo, las aguas oceánicas.
Se deja de lado la antigua forma de separar jurisdicciones por medio de una línea firme, la que deja a cada uno de sus lados, la jurisdicción de cada una de las Partes, lo que no era más que el traslado de la forma de fijar límites enterritorio terrestre, que no guarda relaciones de aplicación apropiadas para un curso acuático, fluvial, lacustre o marítimo.

La adopción de criterios identificando diferentes figuras, como el uso de la bandera de los buques de las Partes y terceras banderas, la proximidad a las costas, las franjas costeras de jurisdicción exclusiva, que permiten la continuidad de la soberanía del territorio,creando un espacio racional, adyacente a ambas riberas, el uso del canal, la distribución de los recursos vivos y aquellos yacimientos posible del lecho y el subsuelos, la aplicación para determinar la nacionalidad de los Prácticos, así como las tareas de salvamento y salvataje, y varios criterios de aplicación a circunstancias reales que se presentan en el ámbito acuático, permiten establecer losderechos jurisdiccionales, sin pretender forzar las condiciones reales de la geografía y sus regimenes.


Navegando en el Río de la Plata

Para el uso del Canal Principal del río, derrotero único para los buques de gran calado, se establecieron reglas comunes a las internacionales, aplicables en los ríos.
Se mantuvo el principio fundamental consagrado en históricasdeclaraciones: la libertad de navegación para los buques de todas las banderas.
Entre los signatarios, se establece que ninguna reglamentación que pretendiera dictar una de ellas, por concepto alguno, en todo tiempo y en cualquier circunstancia, puede interferir, modificar, ni alterar los derechos de la otra Parte en el uso del Canal Principal.
La administración y mantenimiento de tramos del CanalPrincipal, corresponderá a la Parte que lo haya construido o lo mantenga en su dragado y balizamiento, pero esta administración está solamente referida a los casos derivados de la navegación, donde participarán las Autoridades de la Parte a la cual se ha confiado la administración, con sus Leyes, Reglamentos y demás, la participación de sus Tribunales.
Se ha sostenido que “administrar” de acuerdo a lodispuesto en el Tratado, es un acto de jurisdicción de la Parte, excluyente de cualquier otra, incluso la Parte Contratante.
Ni lo dice el Tratado, ni fue en ningún momento el espíritu que se acordó para su texto.
La administración en ningún caso, circunstancia o momento, debe ser considerada como parte de una jurisdicción de una de las Partes, sólo debe ser considerada, como está establecido,una administración del canal de hechos derivados de la navegación.

El Editorial del Diario “El País” del 20 de noviembre de 1973, titulado “El Tratado; acontecimiento magno”, sintetiza en una muy ajustada apreciación general, de los alcances sociales, políticos y técnicos que el Tratado hubo logrado.
De este editorial, es oportuno recoger algunos de sus pasajes, a forma de ilustrar, como él...