Fabulas Neoclasicismo
Félix María Samaniego
Fabula 1 El zagal y las ovejas.
Apacentando un joven su ganado, grito desde la cima de un callado: Estos abandonando sus labores, acuden prontamente, y hallan que es una chanza solamente. Vuelve a clamar, y temen la desgracia; segunda vez los burla. ¡¡Linda gracia!! Pero ¿qué sucedió la vez tercera? Que vino en realidad lahambrienta fiera. Entonces el Zagal se desgañita, y por más que patea, llora y grita, no se mueve la gente escarmentada, y el lobo le devora la manada.
¡¡Cuantas veces resulta de un engaño, Contra el engañador el mayor daño!!
Fabula 2 El muchacho y la fortuna.
A la orilla deun pozo,
sobre la fresca yerba,
un incauto Mancebo
dormía a pierna suelta.
Gritóle la Fortuna:
«Insensato, despierta;
¿no ves que ahogarte puedes,
a poco que te muevas?
Por ti y otros canallas
a veces me motejan,
los unos de inconstante,
y los otros de adversa.
Reveses de Fortuna
llamáis a las miserias;
¿por qué, si son reveses
de la conducta necia?»
TOMAS DEIRIARTE
Fabula 3
EL BURRO FLAUTISTA
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo decolar,
y sonó la flauta
por casualidad.
«¡Oh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡Y dirán que es mala
la música asnal!».
Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.
Sin reglas del arte, el que en algo acierta es por casualidad
Fabula 4
EL TÉ Y LA SALVIAEl té, viniendo del imperio chino,
se encontró con la salvia en el camino.
Ella le dijo: «Adónde vas, compadre?»
«A Europa voy, comadre,
donde sé que me compran a buen precio.»
«Yo», respondió la salvia, «voy a China,
que allá con sumo aprecio
me reciben por gusto y medicina.
En Europa me tratan de salvaje,
y jamás he podido hacer fortuna.
Anda con Dios. Noperderás el viaje,
pues no hay nación alguna
que a todo lo extranjero
no dé con gusto aplausos y dinero».
La salvia me perdone,
que al comercio su máxima se opone.
Si hablase del comercio literario,
yo no defendería lo contrario,
porque en él para algunos es un vicio
lo que es en general un beneficio;
y español que tal vez recitaría
quinientos versos de Boileau y el Tasso,
puedeser que no sepa todavía
en qué lenguas los hizo Garcilaso.
Algunos sólo aprecian la literatura extranjera y no tienen la menor noticia de la de su nación
.
Fabula 5
LOS DOS LOROS
De Santo Domingo trajo
dos loros una señora.
La isla en parte es francesa,
y en otra parte española.
Así, cada animalito
hablaba distinto idioma.
Pusieron los al balcón,
y aquello era Babilonia.
Defrancés y castellano
hicieron tal pepitoria,
que al cabo ya no sabían
hablar ni una lengua ni otra.
El francés del español
tomó voces, aunque pocas;
el español al francés
casi se las toma todas.
Manda el ama separarlos,
y el francés luego reforma
las palabras que aprendió
de lengua que no es de moda.
El español, al contrario,
no olvida la jerigonza,
y aun discurre que con ella
ilustra sulengua propia.
Llegó a pedir en francés
los garbanzos de la olla,
y desde el balcón de enfrente
una erudita cotorra
la carcajada soltó,
haciendo del loro mofa.
Él respondió solamente,
como por tacha afrentosa:
«Vos no sois más que PURISTA».
Y ella dijo: «A mucha honra».
¡Vaya, que los loros son
lo mismo que las personas!
POEMAS
Gustavo Adolfo Bécquer
Poema 1...
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