Fantasmas

El Fantasma de la Casa grande
D. F. -Buen día don Jorge

Buen día don Francisco- le respondió cuando se encontraban frente a la oficina del abogado que había dado sentada la herencia de un inmueble a favor de Don jorge allá por 1945 y 1950. Don Francisco sería el responsable de la reconstrucción del inmueble.

Nadie había podido ocupar la Casa grande durante tres décadas, pues todos losocupantes salían siempre despavoridos como si hubiesen sido espantados. Desde entonces, nadie pasaba cerca de la casa, y menos aún de noche. Desde fuera podían escucharse ruidos de cadenas, pasos y hasta quejidos que le dieron al inmueble el nombre de la Casa del fantasma.

Así caminaron pues, don Jorge y don Francisco desde la oficina del abogado, en la novena calle, hasta el inmueble en la onceavenida.

Al llegar a la casa, y como recibiéndolos, se encontraba un letrero descolorido en el portón rajado y despintado, sostenido por un clavo doblado y oxidado en el que se leía “Prohibido el paso”, en realidad el rótulo no era necesario, pues ni los perros ni los gatos se atrevían a entrar.

Lo primero y lo más difícil, sería conseguir un guardián pues aunque la historia del inmueble nose conociera, sólo con verlo desde fuera y no digamos por dentro, daba una desconfianza macabra.

D. F. -De eso me encargo yo-

Dijo don Francisco pensando en Amatitlán de done era vecino y de donde era oriundo Pedro, un moreno greñudo de pocas palabras, a quien logró convencer cediendo a la condición que lo acompañara Juan, su hermano.

Debido a la extrema pobreza de su familia, y a lagratitud que ellos sentían hacia Don Francisco, por haberlos recogido a muy temprana edad en su casa, se vieron comprometidos a aceptar, además necesitaban ganar dinero pues las cosechas se habían malogrado por el escuálido invierno.

Colocaron sus mudadas, tujas y demás en cajas de cartón y partieron rumbo a la capital no sin antes ser santiguados por su madre.

Don Francisco los esperaba en laparada y al bajar el primero en quejarse fue Pedro:

P. -Traigo los brazos molidos, pues me vine haciendo una dominada entre dos sillones para no tipachar a una señora con dos muchachitos que casi me dejan sordo por los chillidos.

J.-Eso no es nada, ¡mirame!

P.- y ¿qué te pasó?

J.-Pues casi nada, me orinó un ishcuaco que no logró hacer su bish donde debían, ahora ando con la camisa yel pantalón empapado.

Antes de dirigirse a la Casa Grande se encontraron con don Jorge quien los acompañaría para abrir el inmueble.

Al llegar, Pedro y Juan recorrieron con la mirada la fachada de la casa de arriba abajo, y de extremo a extremo. Al ver el portón todo resquebrajado medio podrido y descolorido les pareció que tenía la apariencia de una tapadera antigua de caja de muerto.F. -Adelante-

Así roto el silencio, Don Jorge sobresaltó un poco y apresurado sacó de sus bolsillos una llave negra, grande y pesada. La introdujo en la chapa, y después del forcejeó y de dos vueltas, la puerta no se abrió. La llave se había quebrado.

La única alternativa era trepar por las paredes altas. Los vecinos del barrio y la muchedumbre que venía del Parque Colón, ofrecieron sucolaboración. Para los vecinos esto significaba una extraña emoción, pues al fin podrían ingresar a la Casa grande de la que tanto se especulaba.

Tanto fue el alboroto frente a la casa que pronto se hicieron presentes las ventas de confites , chupetes, barquillos de turrón, melcochas de panela, colochos de guayaba y otras más.

Transcurrida buena parte de la tarde, se acordó hacer una pirámide depies y hombros hasta llegar al borde libre de la pared.

Pedro sería quien treparía la pirámide para internarse en el inmueble, lográndolo antes que la pirámide se desplomara. Eran las seis de la tarde y Pedro todavía intentaba descender por la pared. Al internarse en la casa, no sentía más que una profunda desolación en la penumbra que le hizo recorrer por la espalda un intenso escalofrío...