Fin de una relación
Tanto la separación como el divorcio producen en la pareja una gran sensación de fracaso. Aunque al principio pueda aparecer cierta sensación de liberación por haber tomado ladecisión o por haber decidido solucionar un problema que ya resultaba insoportable, pronto se presenta la duda, la sensación de haber fallado, la culpa, el desasosiego y un profundo sentimiento depérdida. La decisión de terminar una relación rara vez es mutua.
La separación y el divorcio suponen la ruptura de un equilibrio y conlleva el sufrimiento para la pareja. Muy pocas veces los doscónyuges viven la separación de la misma manera. Muchas veces uno vive la ruptura como un paso adelante y el otro como un paso atrás, pero para los dos es un proceso de pérdida que tendrán que superar ydonde muchas emociones van a entremezclar. La rabia que se mezcla con la nostalgia y la pena inicial, para más tarde dejar paso a la melancolía, la desesperanza y el desamor. Y a todas éstas puedenañadirse otras como el odio, la rivalidad, los celos, la envidia y la necesidad o el deseo de controlar al otro.
El dolor por la separación o el divorcio no es solo para la pareja, ya que ocasionatambién un importante sufrimiento a los hijos. Los cambios que siguen a la separación o el divorcio son muy estresantes para la mayoría de los hijos, aunque existen diversos factores que influyennotablemente en la adaptación a la nueva situación Si los padres logran mantener una relación sana, se apoyan mutuamente en la crianza de sus hijos y se tiene un recurso económico estable para los hijos,estos niños suelen adaptarse de una mejor manera a este cambio. La edad de los hijos al momento de la separación es muy importante. Si son niños pequeños son tienden a enfrentar más problemas y si sonadolescentes se pueden mostrar problemas académicos y problemas en sus relaciones sociales.
En la pareja ambas partes son muy afectadas por este cambio drástico, pero quien sufre más...
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