FINAL CLAUDIA IGNACIOooooooo

 Aflorando mi vocación

No siempre los espacios son abordados con gran entusiasmo, más aún si se trata de cátedras sobre didáctica pues no son de mi gran admiración lo confieso. Sin embargo, el abordaje de la cátedra “Didáctica de la literatura” fue de un modo diferente, comenzamos por desarrollar trabajos de modo más práctico para entender la literatura desde otro enfoque. Por ellocomenzamos por desarrollar el espacio con una entrevista a docentes de nivel terciario en el que se intentó recopilar información sobre cómo se define en el aula la enseñanza. Esto me dio un pantallazo a modo general de cómo es visto el trabajo de los docentes en relación a la literatura, encontrando el hecho de la literatura como elemento puramente didáctico, que contribuyo a que lasgeneraciones jóvenes asocien el proceso de la lectura a una obligación escolar.
Al continuar el desarrollo de las clases siguientes, la próxima actividad que abordamos fue el armado de un corpus literario, conjunto de obras que pertenecen a un mismo periodo, que en mi caso particular fue un desafío más, que implico la investigación de otros aspectos que tenían que ver con conocer las características propiasde la etapa evolutiva en la que se encuentran los adolescentes y me permitió en base a eso delimitar las posibles obras literarias a incluir en el corpus a sugerir para la lectura de 1ro a 5to año del nivel medio. Actividad muy satisfactoria que no solo me permitió ampliar mi bagaje literario sino además conocer de modo más amplio el abanico de posibilidades a ofrecer a los alumnos.
Por tanto,como lo alega Bloom, para enseñar literatura es inevitable establecer un canon, un repertorio cerrado de obras y autores en que se conjuguen dos factores: el gusto estético y la necesidad pedagógica. En el primer caso, lo que tenemos que decidir es qué obras son las mejores por su pura calidad artística; en el segundo, la pregunta clave es ¿cuáles de todas esas obras valen la pena mostrar y estudiaren la escuela? No tanto porque aparezcan en el programa oficial, sino porque son referentes ineludibles de la cultura propia y universal y pueden ser estimulantes para contagiar el gusto por la lectura literaria. “si el deseo como lectores adultos se basa en democratizar la lectura, en hacerla libre y abierta para todos, en volverla viva y activa, se puede comentar- o recomenzar – por leerliteratura, seguir por ofrecerla a los lectores en formación con la misma pasión con que se ejerce la practica solitaria de su lectura. Y algo más… leer literatura en la escuela “sirve” para algo más que para hacer guías de análisis, encontrar en los textos las clases de palabras, poner etiquetas de movimientos, periodos y corrientes, sirve para crecer y ser libres”. Carola Hermida, Mila Cañon yM,J.Troglia.
Desde el inicio de la cátedra, a pesar de sentir apatía hacia lo que se podía desarrollar en la cátedra Didáctica de la Literatura, confieso haberme sorprendido sobre cómo se fueron desarrollando las actividades, y más aun a partir de la propuesta de desarrollar por grupos de trabajo diferentes talleres y no solo teniendo en cuenta las instituciones educativas del medio sino tambiénaquellos lugares no convencionales pero que nos permitieron en mi caso vivir una experiencia agradable e innovadora. En mi grupo de trabajo elaboramos un proyecto de taller de lectura titulado “Compartiendo momentos” que nos obligo a poner en práctica todo lo aprendido años anteriores.

  En principio debemos tener en cuenta que cada texto literario es un objeto creado por alguien, con unaintencionalidad, posible de ser leído. Pero, como objeto material, está cargado de significación. Al autor, una vez que lo ha creado, deja de pertenecerle y pasa a ser propiedad de todos los lectores y está a la espera de que algún lector lo actualice, y no sólo eso, que lo ayude a ser texto, a ser obra, pues lo va enriqueciendo, completando, poniéndolo en movimiento, de acuerdo con la época, con la...