Foucault

EL VÍNCULO ENTRE LOS AGENTES EDUCATIVOS: DESPERTAR UNA ALIANZA María del Rosario González Martín marrgonz@edu.ucm.es Carolina Fernández-Salinero cfernand@edu.ucm.es Universidad Complutense de Madrid 1. Introducción: la confusa identidad del educador “Tejer vínculos –como enuncian los autores de la ponencia- significa hilar el entramado afectivo de la relación educativa a través de la confianza yla seguridad”. Esta es una hermosa y clarificadora frase que nos indica, en buena medida, el camino a seguir en la construcción de la identidad del profesor. Sin confianza y sin seguridad no es posible establecer un vínculo adecuado, pero evidentemente sólo es posible aportar esta confianza y esta seguridad desde una identidad personal, profesional y social clarificada, sólida y convincente. Sihay algo que podamos destacar en este momento cultural y educativo es la posibilidad de la elección personal de la propia identidad. Nunca antes se había dado tal amplitud a la definición del sí mismo ni tanta importancia. Sin embargo no creo que esta realidad se haya traducido directamente en una más clara definición de la propia identidad. Quizás un espacio tan amplio y tan poco definido hadificultado o, al menos, confundido a muchos en el camino de su propia vida y su desarrollo profesional. Creemos que es adecuado animar a la definición de la propia identidad, en la medida que es posible, y respetar la libertad personal, lógicamente. El problema lo situamos, más bien, en la creencia de que para ello no se necesitan guías (recelo de la autoridad), o propuestas convencidas de camino(neutralidad en los planteamientos), ni ayudas (por el individualismo reinante). Esta creencia social, entre otras, ha llevado a una profunda soledad del docente. Al no saber cómo ser autoridad se ha encerrado en su miedo a equivocarse o en su decepción ante las dificultades del día a día. Esto se ha unido a la dificultad de reconocer lo que no sabe o a lo que no llega por el temor a ser juzgado ycondenado. En ocasiones se ha empecinado en mantener un pasado que añora huyendo de la realidad... Esto nos obliga a hacer un nuevo replanteamiento de la identidad del profesor que tan extensa y acertadamente realizan los ponentes. Ahora bien, no podemos hacer una propuesta real de la identidad del docente y de la relación que conviene establecer con el educando si no la hacemos desde una miradasistémica que recoja a todos, o, al menos, a los principales agentes educativos. Ciertamente es primordial la escuela, las instituciones educativas concretas, las leyes, el curriculum... pero es ineludible una visión adecuada de la relación educativa con los demás agentes educadores y, especialmente, con los primeros y principales responsables: la madre y el padre o tutores. El planteamiento de estarelación es básico en lo referente a la concreción del vínculo de seguridad y confianza con el educando. Pero lo es también, más de fondo, desde la misma definición de la identidad de los padres. La identidad parental está sufriendo igualmente su crisis. Ésta repercute directamente en la identidad del profesor, en las funciones que se le reclaman y, por supuesto, en el bienestar o malestar de estaprofesión.

Por ello insistimos en la importancia de profundizar en el modo adecuado de establecer la relación educativa entre docentes y padres o tutores. No nos podemos olvidar de la necesidad de ayudar a los padres en el esclarecimiento de su identidad en cuanto a educadores de sus propios hijos y en lo referente a lo que sí y a lo que no es adecuado demandar o solicitar a la escuela o aldocente. 2. La apropiada relación entre agentes educativos Desde una visión sistémica de la educación, una relación no es posible considerarla de manera aislada. La relación entre el profesor y el alumno (un subsistema relacional dentro del sistema) no está aislada de las injerencias del grupo de alumnos, de otros profesores, de la misma institución, del ambiente cultural y, por supuesto, de sus...