Fundamentos de la modernidad
En todo contexto social y cultural, lo antiguo y lo nuevo alternan y discuten. Pero la modernidad como estructura histórica y polémica de cambio sólo puede discernirseen Occidente a partir del siglo XVI y no adquiere toda su amplitud más que a partir del XIX.
Durante los siglos XVII y XVIII los fundamentos filosóficos de la modernidad se sitúan en línea con elpensamiento individualista y racionalista que tuvo en Descartes y luego en los filósofos ilustrados sus mejores promotores. La revolución de 1789 establece el Estado moderno, centralizado y democrático.El siglo XIX conoce el progreso continuo de las ciencias y de las técnicas, la división racional del trabajo y la urbanización, que introducen el cambio de las costumbres y la destrucción de lacultura tradicional.
La informatización y la robótica contribuyen en nuestros días a cambiar de forma todavía más marcada las diferentes esferas de la vida. La difusión industrial de los mediosculturales, la intervención admirable de los medios de comunicación social (radio, televisión, vídeo) van forjando masivamente una mentalidad de cambio por el cambio, en donde los contenidos son efímeros y notienen demasiada importancia.
La modernidad experimenta también ciertas resistencias y no se libra de las ambigüedades que ahora se manifiestan por la preocupación de salvar a la persona como sujetoen el proceso de homogeneización de la vida social, por los temores y las decepciones de un desarrollo ciego que amenaza a nuestra tierra frágil, por una búsqueda de lo irracional, de lo misterioso yhasta de lo religioso. Hay, pues, cierto desencanto respecto a la modernidad. Algunos hablan hoy de "posmodernidad", para significar precisamente que somos menos ingenuos y más realistas frente a losresultados de las tecnologías y de las ciencias y su capacidad de dar sentido a la existencia humana.
Se ha impuesto masivamente una mañera de pensar y de vivir sin referencia a Dios y a su palabra....
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