Futurismo
Páginas: 8 (1992 palabras)
Publicado: 18 de enero de 2016
El movimiento futurista se anunció el 20 de febrero de 1909 con un manifiesto
publicado en francés en la primera página del periódico parisiense
Le Figaro
, al
tiempo que se enviaban copias del manifiesto a los principales personajes de Italia
en su idioma. Tras éste primer manifiesto se publicaron más de una docena de manifiestos y artículos en el periodo comprendido entre 1909 y el inicio de la primera
guerra mundial. Al mismo tiempo se realizaron exposiciones y manifestaciones
futuristas en teatros y galerías alrededor de Italia, además de ciudades como París,
Londres, Berlín, Amsterdam, Bruselas, Munich, Rotterdam, Moscú y Petrogrado.
Ese primer manifiesto fijaría las pautas de la vida del artista, su culto a la acción, la
violencia, la velocidad y a las máquinas, y su desprecio hacia las costumbres y
tradiciones del pasado, en once puntos. Su autor fue Filippo Tommaso Marinetti, un
poeta nacido en Egipto y de familia italiana, quien se hizo conocido en los círculos
simbolistas de París. El futurismo fue concebido como una nueva forma de vida, el
mismo Marinetti “veía al futurismo como abarcando todos los aspectos de la vida
humana”
J.M. Nash,
El cubismo, el futurismo y el constructivismo
. Barcelona:
Editorial Labor, 1975), 3037.
Walter Benjamin, filósofo alemán, escribe en 1936 su ensayo “La obra de arte en la
época de su reproductibilidad técnica”, en el que habla de las tendencias evolutivas
del arte bajo las actuales condiciones de producción, e introduce el tema del cine
como un instrumento artístico actual con carácter político
(?).
A partir de ambos textos, el manifiesto futurista de Filippo Marinetti y el ensayo de
Walter Benjamin, se puede conjugar una concepción conjunta no sólo teórica del
arte, sino además práctica. Es decir, el manifiesto fija las bases teóricas del
movimiento, y en el ensayo de Benjamin se puede encontrar una manera de
practicar el futurismo a partir de nuevos medios. A continuación se enfrentarán
ambos textos y se expondrá la manera en la que complementan el tema desde
distintas áreas.
La primera cuestión que surge es sobre cuáles son los principios que el manifiesto
establece. Según (libro chiquito), el manifiesto es una invitación a una nueva forma
de vida en la que el artista debe ser el héroe. Por su parte, (
Marianne W. Martin,
Futurist art and theory 19091915
. Oxford: Clarendon Press, 1968. 3844. ) afirma
que su mensaje del manifiesto de basaba en una aproximación general a los
jóvenes construido de los siguientes preceptos i) encontrar inspiración en la vida
contemporánea, ii) emanciparse del paso de la tradición, sinónimo de academias,
museos, y librerías, iii) despreciar los valores prevalentes de la sociedad y sus
concepciones del arte. Los once puntos del manifiesto incitan a la rebelión, la lucha,
a glorificar a la guerra, y mantienen un tono dinámico y feroz, además de delimitar
un punto de inflexión entre el pasado y el futuro del poeta y artista, y de la política en
Italia.
Existen también referencias que se evidencian a Baudelaire y Nietzsche. El
manifiesto apela a que el artista se preocupe por el heroísmo de la vida moderna
como si se tratara de una reafirmación de Baudelaire. Además, cuando Marinetti
habla de lanzarse a lo desconocido para enriquecer el depósito de lo absurdo y
dejar atrás la sabiduría, se regresa nuevamente a Baudelaire quien deseaba
descender al fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo (
Charles Baudelaire,
Le voyage, les fleurs du mal
(Paris: 1892)).
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publicado en francés en la primera página del periódico parisiense
Le Figaro
, al
tiempo que se enviaban copias del manifiesto a los principales personajes de Italia
en su idioma. Tras éste primer manifiesto se publicaron más de una docena de manifiestos y artículos en el periodo comprendido entre 1909 y el inicio de la primera
guerra mundial. Al mismo tiempo se realizaron exposiciones y manifestaciones
futuristas en teatros y galerías alrededor de Italia, además de ciudades como París,
Londres, Berlín, Amsterdam, Bruselas, Munich, Rotterdam, Moscú y Petrogrado.
Ese primer manifiesto fijaría las pautas de la vida del artista, su culto a la acción, la
violencia, la velocidad y a las máquinas, y su desprecio hacia las costumbres y
tradiciones del pasado, en once puntos. Su autor fue Filippo Tommaso Marinetti, un
poeta nacido en Egipto y de familia italiana, quien se hizo conocido en los círculos
simbolistas de París. El futurismo fue concebido como una nueva forma de vida, el
mismo Marinetti “veía al futurismo como abarcando todos los aspectos de la vida
humana”
J.M. Nash,
El cubismo, el futurismo y el constructivismo
. Barcelona:
Editorial Labor, 1975), 3037.
Walter Benjamin, filósofo alemán, escribe en 1936 su ensayo “La obra de arte en la
época de su reproductibilidad técnica”, en el que habla de las tendencias evolutivas
del arte bajo las actuales condiciones de producción, e introduce el tema del cine
como un instrumento artístico actual con carácter político
(?).
A partir de ambos textos, el manifiesto futurista de Filippo Marinetti y el ensayo de
Walter Benjamin, se puede conjugar una concepción conjunta no sólo teórica del
arte, sino además práctica. Es decir, el manifiesto fija las bases teóricas del
movimiento, y en el ensayo de Benjamin se puede encontrar una manera de
practicar el futurismo a partir de nuevos medios. A continuación se enfrentarán
ambos textos y se expondrá la manera en la que complementan el tema desde
distintas áreas.
La primera cuestión que surge es sobre cuáles son los principios que el manifiesto
establece. Según (libro chiquito), el manifiesto es una invitación a una nueva forma
de vida en la que el artista debe ser el héroe. Por su parte, (
Marianne W. Martin,
Futurist art and theory 19091915
. Oxford: Clarendon Press, 1968. 3844. ) afirma
que su mensaje del manifiesto de basaba en una aproximación general a los
jóvenes construido de los siguientes preceptos i) encontrar inspiración en la vida
contemporánea, ii) emanciparse del paso de la tradición, sinónimo de academias,
museos, y librerías, iii) despreciar los valores prevalentes de la sociedad y sus
concepciones del arte. Los once puntos del manifiesto incitan a la rebelión, la lucha,
a glorificar a la guerra, y mantienen un tono dinámico y feroz, además de delimitar
un punto de inflexión entre el pasado y el futuro del poeta y artista, y de la política en
Italia.
Existen también referencias que se evidencian a Baudelaire y Nietzsche. El
manifiesto apela a que el artista se preocupe por el heroísmo de la vida moderna
como si se tratara de una reafirmación de Baudelaire. Además, cuando Marinetti
habla de lanzarse a lo desconocido para enriquecer el depósito de lo absurdo y
dejar atrás la sabiduría, se regresa nuevamente a Baudelaire quien deseaba
descender al fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo (
Charles Baudelaire,
Le voyage, les fleurs du mal
(Paris: 1892)).
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