generacion del 30
Ubicados en el realismo social, la prioridad temática de estos relatistas fue elhabitante del agro costeño, es decir, el montuvio (del latín montis = montaña y vita = vida; así usaron la palabra los narradores de los treinta y así lo haré yo, sin admitir la b de burro que le haimpuesto la Academia); luego, el lugar que este ocupaba (ocupa aún, con los naturales desplazamientos) en las relaciones de producción y, finalmente, la ciudad, esto es, Guayaquil.
Este tránsito semarca con los siguientes libros clave: Los que se van (1930), cuentos de Demetrio Aguilera Malta, Joaquín Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert, centrados en el montuvio y el cholo del golfo comoindividuos; Los Sangurimas (1934), de José de la Cuadra, que nos muestra al hacendado montuvio en su dimensión clánica; Nuestro pan (1941), de Enrique Gil, que habla de la producción del arroz (base de laalimentación costeña) desde su cultivo y su cosecha hasta las piladoras y la exportación; y Las cruces sobre el agua (1946), de Gallegos Lara, que es la novela de Guayaquil, su conformación social y labrutal represión contra su pueblo el 15 de noviembre de 1922.
El autor de Los Sangurimas enfatiza también que el montuvio “es gente de confiar (…) capaz de engendrar el futuro”. Y que en Guayaquil–marinera y mercantil desde sus ancestros mantense-huancavilcas- es, por todo lo señalado, “capital montuvia”, desde “los latifundios tradicionales que pertenecieron a las grandes familias coloniales de...
Regístrate para leer el documento completo.