Georg simmel fragmentos
Páginas: 14 (3326 palabras)
Publicado: 5 de febrero de 2011
KOLIMA PUEBLOCITY
URBANONA
A ojo de pájaro es como un huevo de cascarón resquebrajado y yema podrida, la ciudad pueblogrande crece y se desparrama por llanos y lomerios perturbando barbaramente los restos de los viejos asentamientos, donde duerme la memoria de barro y piedra de aquellos desconocidos que denominamos Capacha -ya ni la chingan-, Campana, Armonía -que tontería- Solidaridad, unaciudad vieja como Roma y Troya la arrolla, aplana y cuadricula el informe deforme desarrollo de la conurbación colimacomalacoquimatláncuauhtémoc.
El plan de desarrollo urbano existe como uno más de los chistes legaloides arrumbado entre otras normas, reglamentos, edictos, leyezuelas y demás pratañas pitañozas patranientas del burdel jurídico del Estado de Derecho. Es botón dorado con baba decaracol ese anillo enano, joya de la estupidez llamada corrupción profunda que nace de una segmento borroso en el que se confunde el camino real con la ancha carretera que conecta al Diezmo con el Trapiche. Dicho inconexo periférico enano anillo producto del sexenio del nibelungo moreno remata, muere en un cañaveral cercado por tres hilos de alambre de púas oxidados sostenidos por morillos retorcidosde madera apolillada, junto al penal escuela normal isenco o al algo así a donde van condenadas y condenados expulsados de poker flats frente a la colonia magisterial, nomás por que a un ignoto reconocido güevón desocupado se le ocurrió refundirlas 'entierrarlos' en los eriales de la quinta chilla. ¡genial!
El mazacote en que han convertido a la antigua Colima y pueblos y rancheriascircuvecinos incluyendo a la olvidada mítica Cardona y Buenavista de Konán que renace como un espejismo bajo las alas de las aeronaves que vuelan, revolotean van y vienen de otros mundos sin admirarlas, son como cacas de moscas angelicales, pepitas de oro en medio del basurero. El resto es ágria carcajada, conjuntos inmobiliario innumerables, barrios dormitorio, donde se guarecen a pasar la noche la mayorparte de los habitantes del neurotizante amasijo llámese tecománarmeriamanzanillo o gran Kolima. En ellas incómodamente recuperan sus energías entre sueños sudorosos embutidos en pequeñas cámaras que recuerdan las gavetas panteoneras en que habrán de surcar la eternidad. ¡Buena preparción!
Hace mucho tiempo, allende del oceano, de donde vinieron empleados de los burgos comerciantes que sequedaron aquí, se vivió el dolor de parir una ciudad:
“Georg Simmel fue uno de los grandes pensadores urbanos. No sólo por su enorme capacidad para reconocer y explicar aquellas cosas que eran propias de la nueva vida urbana, sino también porque fue capaz de presentarlas de manera sencilla y penetrante. Su escenario fue el Berlín de finales del siglo XIX, una ciudad que se asomaba cuantitativa ycualitativamente diferente a su predecesora; lo primero, porque su extensión y población inauguraba una escala magna que más tarde se volvería la norma; lo segundo, porque en su esencia el habitante de las ciudades presentaba características nunca antes vistas.
“La metrópolis y la vida mental (1903), su trabajo más importante y conocido, recoge estas preocupaciones, ahondando especialmente en eltipo de interacciones que se despliegan entre el individuo y la sociedad. Su hipótesis rectora propone que, tensionado por un ritmo vertiginoso e imposible de esquivar, el urbanita comienza a configurar un tipo de personalidad moderno, capitalista, indiferente y reservado; un tipo de personalidad caracterizado por la intensificación de los estímulos nerviosos. Y la mirada que propone ante estenuevo escenario no es, como venía siendo costumbre, desde la economía, la política o la biología, sino que desde la cultura y la naciente psicología.
“Todo esto vuelve sus reflexiones contextualmente relevantes; pero si rescatamos La Metrópolis y la vida mental para nuestra colección reserva, poniéndola a disposición de nuestros lectores por primera vez en formato digital, no es sólo por su valor...
URBANONA
A ojo de pájaro es como un huevo de cascarón resquebrajado y yema podrida, la ciudad pueblogrande crece y se desparrama por llanos y lomerios perturbando barbaramente los restos de los viejos asentamientos, donde duerme la memoria de barro y piedra de aquellos desconocidos que denominamos Capacha -ya ni la chingan-, Campana, Armonía -que tontería- Solidaridad, unaciudad vieja como Roma y Troya la arrolla, aplana y cuadricula el informe deforme desarrollo de la conurbación colimacomalacoquimatláncuauhtémoc.
El plan de desarrollo urbano existe como uno más de los chistes legaloides arrumbado entre otras normas, reglamentos, edictos, leyezuelas y demás pratañas pitañozas patranientas del burdel jurídico del Estado de Derecho. Es botón dorado con baba decaracol ese anillo enano, joya de la estupidez llamada corrupción profunda que nace de una segmento borroso en el que se confunde el camino real con la ancha carretera que conecta al Diezmo con el Trapiche. Dicho inconexo periférico enano anillo producto del sexenio del nibelungo moreno remata, muere en un cañaveral cercado por tres hilos de alambre de púas oxidados sostenidos por morillos retorcidosde madera apolillada, junto al penal escuela normal isenco o al algo así a donde van condenadas y condenados expulsados de poker flats frente a la colonia magisterial, nomás por que a un ignoto reconocido güevón desocupado se le ocurrió refundirlas 'entierrarlos' en los eriales de la quinta chilla. ¡genial!
El mazacote en que han convertido a la antigua Colima y pueblos y rancheriascircuvecinos incluyendo a la olvidada mítica Cardona y Buenavista de Konán que renace como un espejismo bajo las alas de las aeronaves que vuelan, revolotean van y vienen de otros mundos sin admirarlas, son como cacas de moscas angelicales, pepitas de oro en medio del basurero. El resto es ágria carcajada, conjuntos inmobiliario innumerables, barrios dormitorio, donde se guarecen a pasar la noche la mayorparte de los habitantes del neurotizante amasijo llámese tecománarmeriamanzanillo o gran Kolima. En ellas incómodamente recuperan sus energías entre sueños sudorosos embutidos en pequeñas cámaras que recuerdan las gavetas panteoneras en que habrán de surcar la eternidad. ¡Buena preparción!
Hace mucho tiempo, allende del oceano, de donde vinieron empleados de los burgos comerciantes que sequedaron aquí, se vivió el dolor de parir una ciudad:
“Georg Simmel fue uno de los grandes pensadores urbanos. No sólo por su enorme capacidad para reconocer y explicar aquellas cosas que eran propias de la nueva vida urbana, sino también porque fue capaz de presentarlas de manera sencilla y penetrante. Su escenario fue el Berlín de finales del siglo XIX, una ciudad que se asomaba cuantitativa ycualitativamente diferente a su predecesora; lo primero, porque su extensión y población inauguraba una escala magna que más tarde se volvería la norma; lo segundo, porque en su esencia el habitante de las ciudades presentaba características nunca antes vistas.
“La metrópolis y la vida mental (1903), su trabajo más importante y conocido, recoge estas preocupaciones, ahondando especialmente en eltipo de interacciones que se despliegan entre el individuo y la sociedad. Su hipótesis rectora propone que, tensionado por un ritmo vertiginoso e imposible de esquivar, el urbanita comienza a configurar un tipo de personalidad moderno, capitalista, indiferente y reservado; un tipo de personalidad caracterizado por la intensificación de los estímulos nerviosos. Y la mirada que propone ante estenuevo escenario no es, como venía siendo costumbre, desde la economía, la política o la biología, sino que desde la cultura y la naciente psicología.
“Todo esto vuelve sus reflexiones contextualmente relevantes; pero si rescatamos La Metrópolis y la vida mental para nuestra colección reserva, poniéndola a disposición de nuestros lectores por primera vez en formato digital, no es sólo por su valor...
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