Guardar Silencio
“Quiero que mis palabras digan lo que yo quiero que digan y que tú las oigas como yo quiero que las oigas”
(PabloNeruda)
Escuchar puede entenderse en términos muy simples: “uno habla y el otro escucha lo que se dice o se le dice” pero, ¿en realidad escuchamos? Y si es así ¿por qué existen tantos malos entendidosen nuestras conversaciones? ¿Por qué los silencios resultan en la mayoría de veces tan inquietantes? ¿Por qué la inmediatez de la palabra hablada cuando estos silencios se presentan durante las clases?¿Por qué los estudiantes no participan si están atentos a la clase y escuchando? ¿A caso la habilidad con la que los sujetos cuentan para escuchar determinará su expresión oral y hasta qué punto lohace? ¿Tendremos que pensar en dedicar un tiempo a educar para escuchar y en consecuencia para hablar o, viceversa, educar para hablar y en consecuencia para escuchar?
La página de educaciónartística nos dice que si queremos que los niños guarden silencio basta con imponer la norma. Pero necesitaremos un proceso de formación más delicado si lo que nos proponemos es que los niños aprendan que elsentido de la norma se funda en el respeto a los demás. La convivencia en la escuela exige normas de orden y respeto que ofrecen una enorme oportunidad para que los niños y niñas aprendan aautorregular conductas, palabras y sentimientos. En ese sentido las normas pueden ser sumamente formativas. Las estrategias de autorregulación buscan que los alumnos aprendan a observarse a sí mismos y amodelar su conducta estableciendo metas propias.
Un día en la clase de comprensión Lectora y Redacción I, todo el grupo comenzamos a hablar cada quien por su parte el profesor nos llamó la atención másde tres veces nadie hizo caso de callarse, entonces dejo de sellar tareas y se retiró del aula de clase, todos se callaron cuando ya no había nada que hacer y al final todo el grupo nos pusimos a...
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