Guión Teatral Nora

Nora.

(Juan está sentado en el sillón, Mariana ocupa el sofá. Entre ellos han colocado una botana de queso y vino.)
JUAN: Sí, pero la obra cruje de anticuada. Hasta Strindberg lo decía.
MARIANA: Tenía envidia.
JUAN: Pues algunas cosas han pasado en los últimos cien años. Y no en el sentido que esperaba Ibsen.
MARIANA: ¿Ah, sí?
JUAN: (Bosteza.) El feminismo es causa muerta, Mariana. Hoyen día las mujeres hacen lo que les da la gana. Ahora el problema es que no se les puede decir nada.
MARIANA: (Sonríe.) ¡Mira, qué interesante!
JUAN: Siempre he encontrado algo absurdo y patético en el movimiento de liberación femenina. Sobre todo cuando tratan de meter a sus "hermanas" al redil. Una manada estúpida, ineficaz e idiota que se autolava el cerebro desde el día de su nacimiento. Espara romperle el corazón a cualquiera.
MARIANA: Y eso que apenas estamos empezando. Espérate y verás.
JUAN: No voy a ver nada. ¿Has oído hablar de alguna Orquesta Sinfónica Femenina? Imagínate a ciento diez mujeres con dolores menstruales tratando de tocar la obertura de Rossini de "La Urraca Ladrona".
MARIANA: Da gracias a Dios que nadie puede oírte.
JUAN: Desde el principio las mujeres sehan quedado la mejor parte. A nadie asombra que quieran renunciar a ella ahora que han aprendido a actuarla a la perfección. Además, ya tienen lo que siempre anduvieron buscando: el complejo de culpa colectiva del hombre, lo que les da increíbles ventajas sin tener que mover un dedo. (Come.) No quiero decir nada de lo que estoy diciendo y de todos modos me importa un comino.
MARIANA: Cuandoéramos más jóvenes estábamos tan llenos de esperanza.
JUAN: ¿Te acuerdas cuando nuestros papás por poco nos desheredan porque íbamos a las marchas? Tú eras una fanática. Más que yo.
MARIANA: Y tú me acusaste de que los descuidaba a ti y a las niñas.
JUAN: Fue el fin de año en que a todos nos dio la gripe Asiática. Y a ti te andaba por escabullirte a tus mítines, y para colmo insistías en que podíastú sola con las niñas y con tu trabajo. Era un desmadre.
MARIANA: Como sea, creíamos en el futuro de la humanidad.
JUAN: Siempre es bueno tener algo en qué creer, tienes razón. Además nos dábamos el gusto de sacar de onda a nuestros papás, lo que ya es ganancia. No había modo de controlarte en esa época. Guapa e incontrolable. Eras lo que se dice “un cuero socialista.”
MARIANA: ¿Y ahora no?JUAN: Ahora no..., ¿qué?
MARIANA: ¿No soy un cuero?
JUAN: Sí, eres muy atractiva. ¿Por qué?
MARIANA: Últimamente he estado pensando en que...
JUAN: En que si dos personas viven juntas deben terminar hartándose una de la otra.
MARIANA: Nosotros no nos hemos hartado.
JUAN: Casi.
MARIANA: (Con indulgencia.) Trabajamos demasiado. Y en las noches : : estamos agotados.
JUAN: Mariana, no teestaba reprochando nada.
MARIANA: No sé si creerte.
JUAN: Palabra de honor.
MARIANA: De todos modos tú y yo nos gustamos.
JUAN: No de ésa manera. O ya no mucho.
MARIANA: Claro que sí.
JUAN: Lo que pasa es que nuestra vida se ha llenado de evasiones, restricciones y rechazos.
MARIANA: (Herida.) Yo no tengo la culpa si ya no lo gozo tanto como antes. ¿Qué quieres que haga? Hay una explicaciónperfectamente natural. Tú no eres quién para acusarme y hacerme sentir culpable.
JUAN: ¡No tienes que enojarte!
MARIANA: A mí me parece que las cosas están bien así. No será muy apasionante pero no se puede pedir todo. Hay muchos que están peor que nosotros.
JUAN: Ni quien lo dude.
MARIANA: El sexo no lo es todo. Es un hecho.
JUAN: (Riendo.) ¡Pero, Mariana!
MARIANA: (Al borde del llanto.) Ysi no te gusta cómo lo hago, mejor consíguete una amante que sea más imaginativa y excitante. Yo hago lo más que puedo. Lo juro.
JUAN: (Amargamente.) Eso es.
MARIANA: Otra vez tienes esa mirada.
JUAN: No tengo ninguna mirada.
MARIANA: Esa mirada y ese tono de voz. ¿Qué te traes? ¡Sácalo!
JUAN: No tiene caso. Cada vez que toco el tema pierdes el control.
MARIANA: Hoy no, te lo prometo....