Hace 26 Años... El Gran Terremoto De La Ciudad De México

HACE 26 AÑOS... EL GRAN TERREMOTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
de Instituto Educares, el Domingo, 19 de septiembre de 2010 a la(s) 10:17 ·

Hace 25 años, un 19 de septiembre, me preparaba para ir a la escuela, estudiaba la Lic. en Periodismo, y me encantaba ser la primera en llegar (tenía la sensación que así me llegarían primero los conocimientos), estaba a punto de salir, sin embargo ese díadecidí quedarme más tiempo. Eran las 7 de la mañana, así que me volví a acostar sobre mi cama que ya estaba arreglada. Pensaba “es extraño, no tengo ganas de ir”.

Los recuerdos son tan exactos y tan frescos como si hubieran sido ayer. Justamente ayer le contaba a mi esposo esa sensación. A las 7:15 volví al baño para lavarme los dientes nuevamente y fue, en ese momento, cuando sentí unligero mareo, no le dí mucha importancia, terminé de lavarme. El mareo se convirtió en un movimiento mucho más fuerte, salí corriendo con dirección a mi cuarto y alerté a las otras personas con las que compartía mi habitación (vivía en una residencia de estudiantes). ¡Está temblando! Dos compañeras aún dormían y no le dieron importancia a mis gritos. El temblor aumentó su intensidad.
Salimoshacia el pasillo y bajamos las escaleras, todo era confusión parecía que todo se caería, los gritos de las personas de la calle invadían la casa y se confundían con los ruidos de las paredes.

Ya reunidas todas, abajo, alguien abrió el portón que daba entrada a la enorme y vieja casa de la colonia Roma. Los vidrios de los edificios de enfrente volaban hasta la puerta. Empuje la puerta, nopodíamos salir. Las lágrimas y gritos ahora eran uno sólo, todas estábamos asustadas. El terremoto aún no paraba, se hacía interminable. De pronto todo quedó inmóvil, el suelo ya no se movía, aunque mis piernas tenían la sensación de seguirse moviendo. Tratamos de tranquilizarnos, afortunadamente la casa estaba en pie. Los gritos de la calle se hacían más dolorosos, había mucha tierra enel ambiente y las alarmas de los coches sonaban como queriendo decir “aquí estoy, no me pasó nada ”… Las patrullas y las ambulancias empezaron a pasar con las torretas encendidas, dando instrucciones por el altavoz para que permaneciéramos en casa.

Subí las escaleras, llegué a mi habitación, tomé mi grabadora (que tenía radio) y empecé a escuchas las noticias. No había luz, así que nopodíamos ver la tele. Mi cámara fue lo segundo que tomé y decidí salir a ver lo que había ocurrido. No caminé mucho, solo fueron unos pasos fuera de la casa, había vidrios por toda la calle, mucha tierra, olor a gas, personas gritando, coches enloquecidos, edificios caídos. De pronto una voz familiar, un compañero de la Universidad que cursaba el último grado de la licenciatura, yo era aprendiz,apenas tenía unos meses en primer año. - ¿Qué haces aquí? ¡Regrésate a tu casa! ¡Esto está muy feo y se puede poner peor! ¡No es conveniente que andes sola por aquí!
- ¡Quiero ir a la escuela, Quiero ver que pasó!
- ¡No, ni se te ocurra, no se puede pasar por el centro, dicen que está peor! ¡Regrésate a tu casa, yo te aviso cualquier cosa!
Su voz nunca había sonado tanimpositiva, tan convincente, tan fuerte, era un chico joven, casado con una pequeña hijita, que trabajaba en la esquina, en una tienda de aparatos eléctricos de Sony, siempre me había parecido muy amable. Regresé sobre mis pasos, con miedo, temblando aún por lo extraño del ambiente, no era el mismo aire, los gritos seguían.

Ya en casa decidí esperar, ¡esperar que? No podíamos hacer nada.Los de protección civil estaban pasando a las casas a revisar que todo estuviera bien. Los helicópteros pasaban y pasaban sobre nuestro techo. Mil recomendaciones nos dieron, no encender nada, bajar los swichs de la luz, cerrar las llaves de paso del gas y esperar. ¡Esperar que?

Los minutos pasaban tan lentos, y las noticias eran cada vez más terribles, estamos en el centro del caos…...