Hey Jude

 Luz Amarilla
Todo se sentía tan diferente para ella. Siempre imaginó su vida como la de los cuentos que su madre le contaba cuando era pequeña.Pero ahora sabía que todo se había perdido.
Caminar por las calles desoladas en una noche de invierno no es bueno, y menos cuando solo se trae un pequeño y delgado vestido que no le cubre brazos nipiernas. Sólo quería salir de ahí, no tuvo tiempo de buscar zapatos o algo decente.
Llevaba casi una hora deambulando por las calles, él no la siguió. El viento que golpeaba su cara hacía que el dolorvolviera, pero que la sangre que salía de su cabeza comenzara a secarse. No tenía a donde ir, más no regresaría nunca más.
Estaba cansada y adolorida, tanto que ni podía llorar. Su orgullo fuepisoteado tantas veces que ya ni sabia pensar con claridad. Lo único que tenía claro, era que lo odiaba.
Un parque iluminado artificialmente. Solitario. Ningún alma presente. O eso creyó.
La banca queeligió estaba debajo de una lámpara parpadeante. Demasiado fría al tacto. Se abrazó a si misma, observándose brazos y piernas. Moretones que cada vez se hacían más grandes, cicatrices de hace algunosaños… ¿Hace cuánto lo soportaba?
Nunca pidió ayuda, igual, nadie se la daba. Estaba sola.
Miró sus pies. Sucios, parecía que trabajaba en una mina de carbón. Cerró sus ojos e imaginó estar en otrolugar, mar, agua mojando sus pies y un cálido sol golpeando su rostro. Se sentía bien.
Sintió como alguien la observaba, abrió lentamente sus ojos para encontrarse con la pequeña figura de un niño a unescaso metro de ella. Grandes ojos curiosos. Dio un pequeño salto en su asiento gracias al susto, el niño sonrió amigablemente. Más de diez años no tenía.
Lo estudió detenidamente, era real. No eranormal que un pequeño estuviera solo a esas horas en un lugar así. Podría ser de la calle pero estaba muy bien vestido para serlo.
Estaba a punto de preguntarle por su familia cuando él señaló sus...