HISTORIA DE LA IGLESIA CRISTIANA

Santiago Guijarro Oporto, Los cuatro evangelios (Biblioteca de Estudios Bíblicos, 124),
Ediciones Sígueme, Salamanca 2010, 576 pp.
Recensión de Carmen Bernabé
en Salmanticensis 58 (2011) 123-128

Comienza el autor advirtiendo al lector que, aunque este libro es fruto de catorce años
de estudio, investigación y docencia sobre los evangelios, no se trata de un manual. Si bien
inicialmentefue pensado como tal, el libro fue tomando vida propia y se convirtió en una obra
sobre los evangelios. Esto implica que, mientras los manuales suelen exponer la opinión
establecida y más común entre los expertos, este libro presenta la visión del autor sobre los
evangelios que, si bien es cierto que en muchos casos coincide con la más habitual, también lo
es que en ocasiones se separa de ella yle da unas características propias.
El autor ha hecho varias opciones a la hora de plantear el libro y presentar la materia.
Una de las primeras opciones tomadas es evidente ya en el título. Guijarro ha decidido
estudiar de forma conjunta los cuatro evangelios canónicos y sus relaciones, pero, además, al
leer el índice es posible descubrir otra opción importante como es estudiar también otroslibros estrechamente relacionados con algunos de los cuatro evangelios; es el caso de los
Hechos de los Apóstoles –segunda parte de la obra lucana–, y las tres cartas de Juan a las que,
como tantos otros estudiosos, considera necesarias para leer el cuarto evangelio en el contexto
de la tradición comunitaria donde surgió.
La obra está dividida en dos grandes partes, la primera de las cualesestudia el
proceso de composición de los cuatro evangelios, mientras la segunda se dedica al estudio de
cada evangelio y de los escritos que, en el caso de los evangelios de Lucas y de Juan, les
están relacionados (Hch; 1-3 Jn). En el caso de la relación entre las dos obras lucanas, el autor
expone y comenta críticamente la posición más habitual que concibe los dos libros como dos
partes deuna misma obra concebida como tal desde el principio y separada en el momento de
reunir los evangelios. Guijarro deja abierta la posibilidad, no lo afirma, de que la unidad
literaria entre ambos fuera algo realizado «a posteriori», que el segundo libro fuera concebido
como continuación del primero, una vez escrito éste, para lo cual su autor habría repetido al
comienzo de Hechos los últimosepisodios del evangelio.

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La obra se inicia con una Introducción dedicada a contextualizar, en la época en que
fueron producidas, las obras que van a ser estudiadas. Ofrece así unos datos de valor
innegable a la hora de comprender mejor los escritos llamados evangelios, su naturaleza, sus
peculiaridades y su alcance. Sitúa estos en la corriente de libros sobre Jesús que se escribieronentre finales del s. I y durante todo el siglo II, y, de esa forma, ayuda a quien lee a situar cada
evangelio, y al conjunto de ellos, dentro de un proceso complejo que, aunque se desarrolla
ampliamente en la primera parte, ya se apunta aquí. Un proceso por el cual la tradición oral
sobre Jesús cristalizó en obras escritas, de las cuales no todas han llegado hasta nosotros de
forma completa. Unsegundo paso que se da en la Introducción tiene que ver con la recepción
que se hizo en la Iglesia de todos esos libros sobre Jesús en los que cristalizó la tradición oral
y que fueron escritos en aquella época. Se refiere al proceso de reconocimiento y estima que
alcanzaron estos cuatro libros sobre Jesús entre todos los demás. Hablamos del proceso de
canonización de ciertas obras como frutode un discernimiento comunitario complejo y largo,
que, sin embargo, estaba bastante perfilado para finales del s. II y casi terminado para el s. IV.
Completa la Introducción el estudio del uso del término «Evangelio» para referirse a estos
libros sobre Jesús: lo que implica, así como la determinación de su género literario (¿kerigma
narrado?, ¿biografía helenística?).
La primera parte, que...