HISTORIA DE LOS MEDIOS
Sucesos
Argentinos
, el número 1528 y el 1613, estrenados respectivamente el 21 de marzo de 1968 y el 6
de noviembre de 1969, que fueron proyectados durante una semana en las salas cinematográficas
del país. A partir de ellos se observará la representación y tensión en la relación “modernidad” y
“tradición” en un contexto de inestabilidad política, económica y social, que fue atravesado un
intenso proceso de modernización en las prácticas y consumo cultural. Esta modernización de
las costumbres y de las estéticas, como plantea Mirta Varela, es notoria en la TV, que empieza a
servir como “referente de la fachada modernizadora”: nuevos peinados, nuevos espacios, nuevas
formas irrumpen en la pantalla chica. Pero Varela también sostiene que esta modernización
practica una lucha con formas tradicionales, que muchas veces se terminan amoldando a los
nuevos fenómenos (Varela, 2005). Nuestra intención, entonces, es retomar la contradicción entre
modernidad y tradición y cómo ésta se presenta como una condición de producción fundamental
en la confección de los dos noticiarios cinematográficos analizados. No plantearemos
conclusiones definitivas, sino que trataremos abrir interrogantes acerca de cómo un género
altamente estandarizado y, por esa época gracias al auge de la televisión en decadencia retrató
un
espíritu de época que, como señalamos con los casos de Manzano y Varela, sí se ilustraron en
la TV.
CONTEXTO
Cuando en la introducción se hizo referencia a inestabilidad política es porque el gobierno del
General Juan Carlos Onganía, que e
jerció de facto la presidencia de la Argentina entre 1966 y
1970, fue resultado de un golpe de estado, mediante las acciones de “La Junta Revolucionaria”,
un grupo de militares “en representación de las Fuerzas Armadas” (O’Donnell, 1972: 129).
Asimismo, hablamos de “modernización” ya que este concepto estaba asociada al de
“desarrollo”, en consonancia con la consolidación del modelo capitalista industrial la época. A
ese modelo de progreso le correspondió, al mismo tiempo, una actualización en las formas culturales (FélixDidier, 2003: 11).
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En este contexto social y político,
Sucesos Argentinos continuaba siendo uno de los más
importantes noticiarios cinematográficos de la época. En los primeros tiempos, a partir de su
fundación en 1938, se financiaba con lo recaudado por la exhibición en las salas y publicidades
encubiertas (incluso difusión de campañas políticas). Sin embargo, por lo aumentos en los costos
de producción, ya que la guerra dificultaba el acceso a materia prima necesaria, Díaz se adhirió a
los reclamos de la industrias cinematográficas que exigían al Estado medidas de protección. La
primera llegó en 1943, que planteó la exhibición obligatoria de los noticieros en todas las salas y
funciones, y en 1946 se comienzan a otorgar subsidios estatales. A partir de estas medidas, Díaz
se vuelve un empresario totalmente dependiente del Estado, pero sin funcionar como empresa
estatal.
No ahondaremos en una disección semiótica exhaustiva de los textos analizados como
representativos del género del noticiario cinematográfico. Bastará con retomar brevemente la investigación de Clara Krieger y caracterizar a estos textos por sostener, en palabras de la autora,
“un discurso naturalista plagado de certezas”, en el que la pantalla actúa como “una ventana
hacia la realidad” y una voz
over solemne y neutra describe “de manera redundante las imágenes
que presentaba”, agregando “comentarios sustanciosos ...
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