HISTORIA EN LA MEMORIA JUDÍA


agosto 14
2013




Historia según la memoria judía
Lauro David López Guzmán
La herencia judía parece ser el regalo más formidable del que podemos tener memoria, es simplemente y en su más puro sentido: la otra historia. Pareciera que el pensamiento de aquella camada de judíos artistas, profesionales, intelectuales que prendieron dar un nuevo rumbo al futuro del occidentalismo europeo1sigue palpitando en un mundo que agoniza.
Somos herederos de toda una tradición que se funda en nuestro pasado indígena y español, sin embargo esa misma tradición por mucho tiempo trató de minimizar nuestra historia, la historia que mira a través de los ojos de los vencidos, incluso existe un proverbio africano que dice que la historia de cacería cambiará cuando sean los leones quienes cuentenla historia2. Es precisamente nuestra intención en estas breves líneas, justificar y expresar la visión de los vencidos, Walter Benjamín, en ese boceto titulado Tesis de la historia a las que Theodor W. Adorno llamó Sobre el concepto de historia, nos ofrece de manera, aparentemente inofensiva, el mejor regalo de la tradición judía: una crítica al progreso e intrínsecamente la otra historia.Reyes Mate sostiene que existen dos tipos de memoria. La memoria tautológica que es recordar en el logos, es decir, recordar simplemente lo que el espíritu ya conoce, esto es, la memoria griega. Dicotómicamente la memoria judía, o memoria alternativa, nos ofrece una historia tangente, es decir, la memoria de los vencidos3. En otras palabras, la forma tradicional del occidentalismo mira la historiacomo el recordar algo que ya sabemos, como el mito griego que baña las almas en el agua del olvido y simplemente nos dice que conocer es recordar, esta forma de historia pareciera, si bien no chocar, sí pareciera tomar caminos diferentes, de con el intento de Heródoto al plasmar las victorias griegas sobre los bárbaros4. Esta aseveración radica en, que mientras Heródoto se preocupa más por relatarvictorias para cualquier persona que las pueda leer, el modelo intrínseco en Platón simplemente se aplica a personas que permanecen dentro de la misma cultura en la cual se pretende recordar5. Sin embargo, la memoria judía tiene un carácter que supera por mucho al modelo griego: la cualidad de juzgar la historia misma6. Es de dominio público que la memoria se encarga tanto de los vencidos como delos vencedores y esa es la grandeza de la memoria judía, otorgar voz a lo sin voz, la memoria judía mira la memoria como categoría ética y política, como una justificación para la justicia7. Es decir, al darle voz a la historia no oficial justifica el anhelo de justicia y la militancia, casi marxista, enarbolando la bandera de la memoria, se vuelve ético pedir un cambio de realidad como lateoría de Marx propone.
Tomando en cuenta el párrafo anterior podemos deducir el rumbo de las teorías planteadas por Walter Benjamin en su condición judía. La memoria y la historia siempre han pertenecido a quienes tienen el poder y con ello plantean un modelo educativo y con ello de comportamiento que auspicie y justifique su permanencia en el poder. Las Tesis de la historia son escritas bajo estapresión, su autor es un exiliado, un perseguido: un paria. El nacional socialismo se escuda bajo una historia, bajo un modelo que busca cierto tipo de hombre que pueda sin problema alguno sentirse parte de una nación. Como todos sabemos, el miedo de Benjamin por ser reclutado en las filas interminables que llevan a la necrópolis fue quien lo orilló al suicidio8.
La historia parece que siempreestará llena de confusiones, de interpretaciones erróneas, de intereses que se mueven debajo de la mesa. Sin embargo un pueblo que puede tracender su propia historia es un pueblo reflexivo, un pueblo que puede falsear las instituciones y los modelos en que pretender mantener a la memoria colectiva.
La historia pareciera que no puede obtener calma y mucho menos poder objetivo ante las continuas...