Historia para Misericordia

Proyecto de Misericordia
En Lima, cada calle, cada casa y cada persona tiene una historia que contar. Pero sus ciudadanos están divididos. En un lado del abismo están los privilegiados y en elotro, los pobres. Usualmente separados, de vez en cuando estos universos chocan y vemos lo que nos hace ser humanos en estos momentos milagrosos.
Es un típico día limeño, el cielo un gris brillante. Enlas calles, vemos algo usual. Un niño flaco como una vara, la piel caramel curtida y el pelo negro como la noche, apoyándose contra una cerca blanca. Vestía un polo verde lima y esperaba el semáforoestar rojo para vender sus dulces. Cercado por taxis rojos, blancos, azules, trabaja incesablemente bajo el sol. Su expresión decía mil palabras. Triste y sin esperanza, sus ojos marrones como latierra se desviaban al horizonte. Pensaba en su hermano menor. Una copia menor suya que estaba en la escuela. El niño se animo pensando que si trabajaba, su hermanito podría estudiar.
Pero mientras elsol caminaba en el cielo, su vigor desaparecía. Todo cambio entonces. Ya en la tarde, se acerco a un auto alto, negro y liso y le pregunto si quería comprar un dulce. El hombre en el auto era viejo,su pelo lleno de canas plateadas, su rostro lleno de líneas de expresión, las manos trabajadas y con una expresión bondadosa. Saco su billetera y le dijo
- Quiero cinco de esos, chico
El niño ledio los dulces y el hombre le dio un billete de 50 soles. El niño lo miro sorprendido y antes que pudiera decir algo, el hombre acelero y se fue. En todo el día, había conseguido vender unos veintecaramelos a algunos taxistas y cuatro para dos hombres que sintieron compasión por él y solo había conseguido catorce soles. Nunca nadie había hecho esto por él. Su rostro empezó a iluminarse y una luzdesprendía de sus ojos. Termino su trabajo caída la noche. Se fue a su casa silbando bajo la inusual noche sin nubes, con las estrellas siguiéndolo.
Nadie camino sobre el agua o convirtió el agua...