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Sábado en la Colonia Güell
Habían venido unos amigos franceses, maestros de escuela rural, interesados por la historia del movimiento obrero, y refractarios al turismo de masas.
Disponíamosde un día completo para programar una buena excursión, pero no teníamos claro adónde ir. Después de su largo viaje, no parecía razonable llevarlos a un lugar lejano; y, por otra parte, ya conocíanbuena parte de los monumentos y ciudades más cercanos. En pleno debate familiar en busca de un destino próximo, original e interesante, alguien pronunció el nombre de la “Colonia Güell”.
Quién más quiénmenos, todos habíamos visto alguna foto de la iglesia de Gaudí, la llamada “cripta” de la Colonia Güell y considerada generalmente como una de las obras más relevantes del genio de Riudoms, pero casinos daba vergüenza reconocer que ninguno de nosotros la había visitado. El más informado sabía que estaba en Santa Coloma de Cervelló, pero no era capaz de localizar el pueblo y menos aún de explicarcómo se llega hasta allí.
La Colonia Güell dista 45 quilómetros de Vilafranca, menos de 40 minutos tomando la autopista. Está situada a medio camino entre Sant Boi y Sant Vicens dels Horts. Y mereceuna visita. ¡Ya lo creo que la merece!
Conviene advertir que la llegada resulta un tanto desconcertante. Más que aparcar el coche, hay que abandonarlo en un descampado y caminar después por untramo de carretera inhóspita, sin saber si el trayecto será largo o corto. Por suerte es corto, y pronto llegamos al lado de la iglesia, incomprensiblemente delimitada por una espantosa valla de alambre.Son las cosas del país: campos de césped artificial en pueblos de 2000 habitantes, las subvenciones que hagan falta para fomentar el estudio del tamboril, y la maravilla de Gaudí cercada por el mismotipo de valla que una granja de cerdos. Tampoco se entiende que para comprar las entradas haga falta llegar hasta las calles de la Colonia atravesando algo parecido a un camino de cabras.
Sin...