hombres y sombras

“La juventud es audacia, entusiasmo, ensueño. Por tanto, nunca lograréis reunir en torno el asta una bandera que está en derrota; la del temor a la libertad. Soloaprendiendo a ser libres tendréis derecho a formar mañana, esa arcilla plástica y generosa con que las generaciones modelan conscientemente la estatua viva de la Nación. Peroaprender a ser libres a aprender, a la vez, a ser responsables, cautos y reflexivos. Una libertad sin orden, no es libertad. Y un orden sin libertades no es democracia. Empeñaospor consiguiente, en que no priven en vuestra unión ni uno ni otro extremo; ni la pasión crítica negativa, ni el ciego sometimiento a la tradición.
A fin de que vuestrasactividades se desarrollen eficazmente, medid primero la distancia a la que os halláis de las metas que habéis fijado a vuestros propósitos, y advertir en seguida qué cosa osfalta para llegar hasta el horizonte de vuestro anhelo. Preparaos entonces estoicamente, calladamente y casi me atrevería a deciros, humildemente porque no hay mejor amiga dela intrepidez verdadera que la humildad. Dejada la arrogancia para los débiles, ya que si tenéis una fuerza propia, esa fuerza se demostrará claramente por sus efectos, másque por la forma espectacular e inmodesta en que la exaltéis, que los términos no os dividan cuando los hechos puedan reunirnos. Si ponderáis la energía que muchos denuestros grandes predecesores hubieron de derrochar para ponerse de acuerdo acerca de las palabras, comprenderéis la importancia de no colocar la elocuencia sobre la vida, lapasión sobre las razones, y de no incurrir ya más en un error por desgracia muy peculiar de nuestras costumbres; el de preferir el brillo de los debates respecto de la verdad.