Homilia
Páginas: 3 (749 palabras)
Publicado: 6 de junio de 2013
Domingo segundo
Creíamos soñar
Lc 3, 1-6
El evangelio de este segundo domingo de adviento sitúa el inicio del ministerio de Juan Bautista en un marco histórico concreto. Lo hace a travésde los poderosos del tiempo: Tiberio, Poncio Pilatos, Herodes, Anás y Caifás. Si leemos entre líneas, ¿qué vamos a encontrar? Tiberio, se caracterizó por su crueldad y depravación moral. Un pensadorromano del tiempo lo describe como “el más triste de los hombres” (Plinio el Viejo). Poncio Pilatos y Herodes no se quedaban atrás. Anás y Caifás representaban un poder religioso desprovisto deverdadera fe y basado en alianzas con el poder político.
Justamente aquí empieza la Buena Noticia de Jesucristo. Aquí y desde aquí, “vino la Palabra de Dios”. En esta historia donde domina la crueldad y ladepravación, viene Cristo a introducir su reino. Aquí la fuerza de lo débil, de la fragilidad, de lo aparentemente inútil hace irrupción. El evangelista Lucas es claro: En la historia hay una fuerzaque viene como gracia. Actúa silenciosamente. Fecunda en su aparente pasividad. El Adviento quiere ayudarnos a redescubrirla. No estamos determinados por la fatalidad. Nuestra vida, a veces tanfrágil, como la semilla envuelta en lágrimas de que hablaba el salmo de hoy, encierra una energía capaz de dar frutos nuevos. Esta vida vale más que todo. Su valía no depende del poder de este mundo. Este esel mensaje del segundo domingo de adviento.
Sin embrago, a veces descubrirnos que nuestro ánimo está envuelto en ropas de luto y desconsuelo. De ahí la invitación del profeta Baruc a despojarse deestos vestidos y revestirse de la belleza de Dios: “Jerusalén, despójate de tus vestidos de luto y aflicción, y vístete para siempre con el esplendor de la gloria que Dios te da”. Basta leeratentamente la primera lectura y el salmo responsorial de la misa de este domingo para empaparnos del espíritu del adviento.
Pero los vestidos de luto y aflicción se nos pegan a la piel y desprenderlos es...
Creíamos soñar
Lc 3, 1-6
El evangelio de este segundo domingo de adviento sitúa el inicio del ministerio de Juan Bautista en un marco histórico concreto. Lo hace a travésde los poderosos del tiempo: Tiberio, Poncio Pilatos, Herodes, Anás y Caifás. Si leemos entre líneas, ¿qué vamos a encontrar? Tiberio, se caracterizó por su crueldad y depravación moral. Un pensadorromano del tiempo lo describe como “el más triste de los hombres” (Plinio el Viejo). Poncio Pilatos y Herodes no se quedaban atrás. Anás y Caifás representaban un poder religioso desprovisto deverdadera fe y basado en alianzas con el poder político.
Justamente aquí empieza la Buena Noticia de Jesucristo. Aquí y desde aquí, “vino la Palabra de Dios”. En esta historia donde domina la crueldad y ladepravación, viene Cristo a introducir su reino. Aquí la fuerza de lo débil, de la fragilidad, de lo aparentemente inútil hace irrupción. El evangelista Lucas es claro: En la historia hay una fuerzaque viene como gracia. Actúa silenciosamente. Fecunda en su aparente pasividad. El Adviento quiere ayudarnos a redescubrirla. No estamos determinados por la fatalidad. Nuestra vida, a veces tanfrágil, como la semilla envuelta en lágrimas de que hablaba el salmo de hoy, encierra una energía capaz de dar frutos nuevos. Esta vida vale más que todo. Su valía no depende del poder de este mundo. Este esel mensaje del segundo domingo de adviento.
Sin embrago, a veces descubrirnos que nuestro ánimo está envuelto en ropas de luto y desconsuelo. De ahí la invitación del profeta Baruc a despojarse deestos vestidos y revestirse de la belleza de Dios: “Jerusalén, despójate de tus vestidos de luto y aflicción, y vístete para siempre con el esplendor de la gloria que Dios te da”. Basta leeratentamente la primera lectura y el salmo responsorial de la misa de este domingo para empaparnos del espíritu del adviento.
Pero los vestidos de luto y aflicción se nos pegan a la piel y desprenderlos es...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.