Huelga Cananea
(Archivo coleccionable)
J ORGE S AYEG H ELÚ
I
trabajo basado en la discriminación entre trabajadores estadounidenses por un lado ytrabajadores mexicanos por otra parte. De muchos privilegios especiales llegaron a disfrutar los “hombres blancos y de ojos azules” –como con cierta ironía llegaron a ser llamados aquellos en no pocos papeles y volantes de la época –; pues no solamente llegaron a ganar más, en igualdad de condiciones –cobraban en oro–, que los trabajadores mexicanos, sino que a ellos se hallaban destinados los puestosdirectivos de la compañía. Reclamando fundamentalmente, pues, una jornada de ocho horas y un salario de cinco pesos diarios, así como que el número de trabajadores mexicanos de la empresa nunca fuera menos del 75 por ciento, y en igualdad de condiciones con los extranjeros siempre, el 1o. de junio de 1906 estallaría la justamente célebre huelga de Cananea. Mas si un doble objetivo motivó, de talsuerte, el movimiento obrero de referencia, dos serían también los principios fundamentales que hubimos de derivar de él: la fortaleza que dio a los trabajadores mexicanos la conciencia de su clase social y que no poco hubo de influir en acontecimientos posteriores, y el exacerbado nacionalismo que habría de matizar los actos todos de nuestra revolución. Cananea representa, de esta manera, elcambio de la actitud que los obreros asumieron hasta entonces frente a los sistemas represivos del porfirismo; ya no más el acatamiento ni la resignación que hasta aquí hicieron naufragar siempre los justos reclamos de los obreros frente a los soberbios y sobreprotegidos intereses empresariales; principiaba a partir de entonces, una gallarda y rebelde actitud que habría de llamarles, paulatinamente, ala gradual conquista de sus derechos. Y es que Cananea no
El Búho
La huelga de Cananea
De la importantísima lucha ideológica que se libraba así a través de la pluma, y que fue la que fundamentalmente terminó con el régimen dictatorial al haber concientizado al pueblo de México acerca de la apremiante necesidad de establecer uno nuevo, no solamente para poner fin a los prolongados añosdurante los que el general Díaz hubo de ejercer, tan arbitraria cuanto despóticamente, el mando supremo de la nación, sino, por encima, para tratar de mejorar a las clases necesitadas, haciéndolas salir de ese, también prolongado, estado de injusticia social en el que habían vivido –¿vivido?– hasta entonces, hubo de pasarse a la acción directa. Las huelgas que hasta entonces estuvieron severamente...
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