Huio

¿Nunca más?

Veinte años después de la captura de Abimael Guzmán, el Perú vuelve a sentir la presencia del terrorismo. Lo diferente es que, esta vez, los grupos subversivos ya no usan las mismastácticas, han dejado los coches bomba, las matanzas indiscriminadas y el trato violento con las comunidades y pueblos en el interior del país.

Hoy, la nueva cara del terrorismo trabaja con lasprincipales debilidades del estado y crea una nueva imagen debajo de la sombra de los años. La educación, el narcotráfico y la memoria efímera de la sociedad peruana son las nuevas herramientas que utilizapara crear una imagen muy distinta a la que alguna vez tuvieron. La estrategia parece funcionar, la creación del Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF) y el crecimiento delnarcoterrorismo son las grandes pruebas.

Hace dos meses, Cesar Hildebrant escribió una carta pública dirigida a los jóvenes del MOVADEF recordándoles que existió una realidad que no puede ser negadasólo por no haber sido vivida, que la amnistía que piden como partido es, en realidad, el pedido de una amnesia colectiva y aceptada. Este olvido progresivo de uno de los más sanguinarios e históricosepisodios de la historia del país, ha encontrado la combinación perfecta en una educación desorganizada, poco actualizada y en constante huelga que no logra llegar a niños y jóvenes sin idea dehistoria, que piensan en un cantante o actor antiguo cuando miran la foto de Abimael Guzmán. Toda esta escena situada en la Lima de un país centralista que no siente ni termina de entender o identificar losprincipales problemas en las ciudades más alejadas de la capital.

La situación es distinta en el interior del país, allí sí saben de las ideologías base del terrorismo, saben quienes son susdirigentes y son parte de este renacimiento. La cadena de noticias árabe, Al Jazeera, hizo la primera entrega de un documental en el VRAE, en donde se muestra la nueva técnica de los grupos subversivos:...