Inconsecuencia Juvenil

La inconsecuencia detrás de un movimiento que prometía cambiar al país.
Cuando era un adolescente, nuestro país estaba marcado fuertemente por una ideología discriminadora y clasista; losestereotipos de la belleza y la moda trasuntaban y enmarcaban a las distintas clases sociales que eran definibles a partir de la marca del jeans, el calzado o las zapatillas “de marca”, que sólo algunos podíancostear.
Hoy, en un presente social, política, económica e ideológicamente distinto la figura no ha cambiado mucho, salvo que en los jóvenes, según el vestuario o la forma de caminar, no hay muchadistinción entre la clase acomodada y los pertenecientes a los planes solidarios del gobierno.
El usar unas zapatillas de tal marca daba distinción y casi se podía pensar de manera ilusoria queacomodaba socialmente; hoy los dueños de condominios nos recuerdan que el vestuario debe ser apropiado al estatus y oficio que desempeñamos. El poder adquisitivo de hoy, inmensamente mayor, nos dejaentrever que tal ilusión es falsa. La única forma de ascender socialmente es y ha sido siempre la relación intelecto – educación, o eres astuto en los negocios o vas a la universidad y te hacesprofesional.
Nuestros jóvenes clamaron durante el año recién pasado gratuidad en educación, sin embargo esos mismos estudiantes movilizados hoy hacen filas para matricularse en los colegios, preuniversitariosy universidades que tienen los aranceles más elevados, pues la marca de estas instituciones es, la que a juicio de muchos, asegura la calidad; otro punto no muy profundizado, ni por los jóvenes, nipor la autoridad.
Un movimiento que prometía cambiar ideológicamente a nuestro país, pero que desafortunadamente al poco andar cae en inconsistencias que lo debilitan no es tal vez el activismo queesperamos y que necesitamos para vencer el círculo vicioso de la pobreza, la delincuencia y la discriminación. Si los padres se endeudan hasta más arriba del paracaídas para otorgar una educación de...